Este informe del Real Instituto Elcano recoge los resultados de una encuesta realizada con el patrocinio de la Embajada de la República Federal de Alemania en Madrid, destinada a conocer las opiniones, valoraciones y actitudes de los españoles hacia Alemania.

El Real Instituto Elcano ha incorporado de forma habitual en sus estudios demoscópicos preguntas sobre la valoración de Alemania, en comparación con la de otros países europeos o de otras regiones del mundo, dada la importancia de la relación bilateral en todos los terrenos y, sobre todo, dada la gran influencia alemana en la Unión Europea (UE) y en la esfera internacional y, en consecuencia, su importancia para los intereses españoles.

Esta encuesta supone, por tanto, la continuación en esa línea de interés del Real Instituto Elcano hacia las actitudes y opiniones de los españoles ante la principal potencia económica europea, que constituye a su vez, junto con Francia, la principal potencia política del continente. El estudio que se presenta aquí, y el dedicado a Francia en el otoño de 2022, presentan así las posiciones de los españoles ante las dos potencias más influyentes en la UE en general y en nuestro país en particular. 

Ficha técnica

•           Universo: iIndividuos residentes en España de entre 16 y 65 años y usuarios de internet.

•           Muestreo: estratificado por áreas regionales con aplicación de cuotas de sexo, edad, tamaño del municipio y nivel de estudios proporcionales a la distribución de la población en cada uno de los estratos.

•           Tamaño muestral: 1.008 entrevistas.

•           Tipo de entrevista: entrevistas online a una muestra panelizada de ciudadanos captados telefónicamente.

•           Error de muestreo: para los datos globales y bajo el supuesto de un muestreo aleatorio simple y un margen de confianza del 95%, se sitúa en un +/-3,1%.

•           Fechas del trabajo de campo: del 12 al 21 de diciembre.

•           Trabajo de campo y tabulación de los datos: realizados por IMOP INSIGHTS.

Opinión general sobre Alemania

Como ya han mostrado encuestas anteriores del Real Instituto Elcano –o patrocinadas por el Real Instituto Elcano, como el Country Rep.Track–, Alemania es el país mejor valorado por los españoles. En este estudio vuelve a comprobarse que la puntuación que recibe Alemania en España es más alta que la otorgada a la propia España, Francia, Italia y el Reino Unido.

En una escala de 0 a 10, donde 0 significa que tiene muy mala opinión de ese país y 10 que tiene una opinión magnífica ¿qué puntuación general le daría usted a cada uno de estos países?

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La puntuación media de Alemania resulta, además, de una gran concentración de respuestas, con un 52% de los entrevistados eligiendo calificaciones de notable (7 y 8 en la escala 0-10) y muy pocos individuos en las posiciones negativas, por debajo del aprobado.

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La ideología tiene un peso relevante en la opinión sobre Alemania, de modo que la valoración mejora al desplazarnos en la escala ideológica hacia la derecha. Lo mismo ocurre en la valoración de otros países, como el Reino Unido y, en menor medida, Italia.  Sin embargo, incluso entre los entrevistados que se sitúan en la izquierda y en el centro, son muy pocos los que valoran a Alemania por debajo de la nota media (el 5 en esta escala 0-10). En concreto, en la izquierda –posiciones 0 a 3 de la escala– sólo un 7% puntúa a Alemania por debajo del 5, y lo mismo ocurre con sólo un 3% de los que se sitúan en el centro.  

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La valoración de Alemania en España se ha mantenido en una continua línea ascendente desde su punto más bajo en 2013, durante la anterior crisis económica, cuando la Gran Recesión colocó a España en posiciones contrarias a las de Alemania en relación con el llamado “rescate” de las economías de Europa del sur. En el presente, Alemania ha recuperado por completo su prestigio en España, que se sitúa ahora al nivel que tenía antes de la crisis económica.

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Fuente: Barómetros del Real Instituto Elcano (BRIE) de distintas fechas.

Las ideas que se asocian de forma espontánea con Alemania son en su inmensa mayoría positivas y relacionadas tanto con su carácter, que se imagina disciplinado, cívico, organizado y trabajador, como con su economía, que se describe como exitosa, y especialmente con su industria, que se califica como de calidad, con mención específica al sector del automóvil. Sólo un 8% de los entrevistados alude espontáneamente a rasgos de carácter negativos (la antipatía y brusquedad) y sólo un 6% se refiere a elementos históricos (el periodo de la Segunda Guerra Mundial).

En comparación con los resultados de la misma pregunta realizada por el Real Instituto Elcano en 2017 (BRIE 39), han aumentado sustancialmente las menciones positivas al carácter de los alemanes y a la riqueza del país, mientras que han disminuido las referencias a la industria.

¿Cuál es la primera idea que le viene a la cabeza pensando en Alemania?

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*Respuestas de 2022 agrupadas bajo el mismo criterio que en 2017.

La admiración y la curiosidad son los sentimientos más compartidos que despierta Alemania entre los españoles. Un 54% dice sentir bastante o mucha admiración hacia Alemania y un 57% afirma sentir curiosidad por el país. Los sentimientos negativos (temor y desconfianza) son muy minoritarios (6 y 10% respectivamente). Sin embargo, Alemania no despierta simpatía entre la mayor parte de la población: sólo un 37% dice experimentar ese sentimiento hacia el país, frente a un 63% que muestra frialdad en sus sentimientos hacia Alemania.

De los siguientes términos, ¿hasta qué punto diría que expresan sus sentimientos hacia Alemania?

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CURIOSIDAD

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Pese a que la mayoría dice sentir curiosidad hacia Alemania, sólo un 20% cree que está bien informado sobre ese país. El restante 80% se confiesa poco o muy poco informado. Los más jóvenes, los de menores estudios, las mujeres y las personas situadas en la izquierda están con más frecuencia en esta mayoría de personas que reconocen estar informadas sobre Alemania.

¿En qué medida diría que está informado sobre lo que sucede en Alemania?

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En opinión de los españoles, España y Alemania no son países parecidos. Sólo un 9% cree que se parecen bastante o mucho y una cuarta parte, el 24%, opina que no se parecen nada. La sensación de diferencia es mayor según se avanza en la edad de los entrevistados, lo que coincide también con un mayor grado de información sobre Alemania. Este resultado muestra una sensación de extrañeza u “otredad” respecto a Alemania mayor que el obtenido en una pregunta similar sobre Francia (un 11% cree que Francia y España se parecen bastante o mucho y sólo un 12% cree que no se parecen nada), y mucho mayor que el referido a Portugal (el 17% cree que España y Portugal son muy parecidos y sólo un 2% cree que son muy diferentes BRIE 38).

¿Cómo de parecidos diría que son España y Alemania?

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Alemania es valorada entre los españoles sobre todo por los aspectos económicos, en menor medida por los socio-políticos, y en último término por su cultura y, sobre todo, su comida, cuya calificación apenas supera el aprobado.

En una escala de 0 a 10, donde 0 es la peor nota y 10 la mejor, ¿Cómo valoraría los siguientes aspectos de Alemania?

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Los españoles consideran a Alemania superior a España en la gran mayoría de los aspectos que se someten a comparación: su influencia en el mundo, su economía, su desarrollo científico y técnico, su democracia, su cuidado del medio ambiente o la igualdad entre hombres y mujeres. Sin embargo, tres cuartas partes de los españoles opinan que España tiene una mejor producción cultural que Alemania y algo más de la mitad cree que la calidad de vida es mayor en España. En este último aspecto se produce una llamativa diferencia regional: casi dos tercios de los andaluces (65%) consideran que en España se vive mejor que en Alemania, mientras que en el País Vasco ocurre lo contrario (69% cree que se vive mejor en Alemania), con las demás regiones en posiciones intermedias. Los andaluces son también los que con más frecuencia opinan que la producción cultural española es superior a la alemana.

Se aprecian también diferencias significativas entre grupos en función de algunas variables: los individuos de derechas son más proclives a considerar superior la democracia alemana y a creer que Alemania ha logrado una mayor igualdad entre hombres y mujeres. Por su parte, los hombres, en comparación con las mujeres, tienden más a preferir la democracia alemana y su nivel tecnológico, mientras que las mujeres admiran especialmente el cuidado del medio ambiente en Alemania y la igualdad entre los sexos. La admiración hacia la ciencia y tecnología alemanas es mayor entre los más educados y entre los de mayor edad.

Pensando en Alemania y España, ¿Cuál de los dos países es/tiene…?

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Utilizando la técnica del diferencial semántico, que pide al entrevistado que elija un extremo de cada par de términos antitéticos, vuelve a confirmarse una imagen general muy positiva de Alemania, en la que la única nota discordante es la referida al par solidario-egoísta. En este aspecto las opiniones están mucho más divididas que en los otros pares, con un 42% de los entrevistados que define a Alemania como egoísta, frente al 58% que la considera solidaria. En todos los demás aspectos en los que existe claramente un término positivo y otro negativo, más del 80% de los entrevistados elige el positivo. La lista incluye dos elementos que tienen carácter neutro: tradicional-moderno y laico-religioso (su valoración depende de las características del individuo que juzga). Alemania es vista como laica (79%) y las opiniones se dividen casi a partes iguales respecto a su carácter moderno o tradicional.

A continuación, se recogen una serie de parejas de palabras. Marque para cada una dónde situaría a Alemania

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Se aprecia una diferencia significativa en función de la ideología en la tendencia a considerar a Alemania un país solidario o egoísta. Los que se sitúan a la izquierda tienden con más frecuencia a considerar egoísta a Alemania (51%) y lo mismo ocurre con los de edades menores de 44 años.

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La elección de los entrevistados en el eje solidario-egoísta está muy relacionada con las respuestas a otras preguntas, como la valoración global que se hace del país, el grado de simpatía que despierta Alemania o la opinión sobre las relaciones bilaterales. La simpatía hacia Alemania es más del doble entre los que creen que el país es solidario y la valoración general del país aumenta en casi un punto (en una escala de 0 a 10) entre ellos, en comparación con los que definen a Alemania como egoísta.

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Conocimiento de Alemania

Las opiniones y valoraciones sobre Alemania no se basan, en la mayoría de los casos, en un conocimiento directo del país. Sólo un 37% de los entrevistados ha visitado alguna vez Alemania y, de ellos, más de la mitad ha estado allí sólo una vez. Los individuos de mayor nivel educativo (relacionado con un mayor nivel de ingresos) y los residentes en las regiones españolas más ricas (Cataluña, País Vasco y Madrid) han visitado Alemania con más frecuencia que el resto.

¿Ha estado alguna vez en Alemania?

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El turismo es, en el 80% de los casos, la principal razón de la visita a Alemania, seguido por los viajes de trabajo y de visita a familiares. Entre los hombres, un 22% de los que han visitado Alemania lo hicieron por motivos laborales, un porcentaje que se reduce al 5% en el caso de las mujeres. Más de la mitad de los entrevistados (53%) dicen tener familiares, amigos o conocidos, que han vivido en Alemania, lo que explica el relativamente alto porcentaje que ocupan las visitas a esos allegados como causa del viaje a Alemania.

La probabilidad declarada (intención) de visitar Alemania en un tiempo cercano (los próximos dos años) es del 39%, más alta entre los jóvenes (llega al 50% entre los del grupo de edad 25 a 34 años), los de mayor nivel educativo y los residentes en Cataluña y Madrid.

¿Por qué motivo estuvo en Alemania?

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¿En qué medida le parece probable que vaya a viajar a Alemania a lo largo de los dos próximos años?

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El conocimiento “de oídas” de ciudades alemanas, más allá de las grandes ciudades que atraen la mayoría el turismo que recibe el país (Berlín, Múnich, Frankfurt…) es alto entre las personas mayores, entre los de mayor nivel educativo y entre los habitantes de grandes ciudades. Más de la mitad de los entrevistados han oído hablar de Bremen, Leipzig, Augsburgo, Bonn, Dresde y Friburgo. Sin embargo, la inmensa mayoría desconoce que Alemania alberga una gran cantidad de espacios protegidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Sólo un 12% de los entrevistados sabía que Alemania ocupa el tercer lugar entre los Estados del mundo en cuanto a la cantidad de espacios protegidos por la UNESCO.

¿Ha oído hablar de alguna de estas ciudades de Alemania?

Ciudades por las que se preguntaba: Augsburgo, Bonn, Erfurt, Friburgo, Heidelberg, Coblenza, Lübeck, Münster, Osnabrück, Potsdam, Ratisbona, Rostock, Tréveris, Tübingen, Wiesbaden, Würzburgo, Dresde, Leipzig, Bremen, Bamberg

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En consonancia con la opinión extendida de que Alemania tiene una calidad de vida inferior a la española, la mayor parte de los entrevistados se sienten poco o nada tentados ante la perspectiva de vivir y trabajar en ese país. En una escala de 0 a 10, la respuesta media en cuanto al deseo de vivir en Alemania es de 4,3, con un 16% de los entrevistados eligiendo el 0 (no les gustaría en absoluto vivir en Alemania). La principal diferencia significativa por grupos es, en este caso, la ideología: sólo entre los individuos de derechas la media llega a 5 (el punto medio en la escala 0 a 10). Lo mismo ocurre cuando se pregunta por la posibilidad de trabajar en Alemania, con una respuesta media de 4,7. En este caso, sólo entre los más jóvenes (16 a 24 años) y de nuevo entre la derecha, aparecen diferencias significativas y la media llega a 5,5 en ambos casos.

En una escala de 0 a 10, donde 0 es nada y 10 mucho, ¿hasta qué punto le gustaría…?

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Algo semejante aparece como resultado de la pregunta sobre el atractivo de estudiar en una universidad alemana o de estudiar alemán en Alemania, en ambos casos con medias bajas (4,3 y 4,6 respectivamente). En estas preguntas no se producen diferencias significativas por grupos.

El conocimiento del idioma alemán es bajo en España, con un 86% que dice no hablar ni entender nada en ese idioma, no haberlo estudiado nunca (85%) y no tener intenciones de estudiarlo en el futuro (90%).

¿Habla usted algo de alemán?

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Solo un 14% de los españoles dice tener algún conocimiento de alemán, porcentaje prácticamente coincidente con el de los que declaran haber estudiado alguna vez este idioma (15%). En relación con esto último, destaca el porcentaje significativamente superior de los que han estudiado alemán entre los universitarios y los residentes en grandes ciudades (donde es más probable encontrar esta oferta educativa). 

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Cuando se comparan los idiomas inglés, francés y alemán, de manera abrumadora los españoles consideran al primero el más atractivo, útil y fácil. Y si bien en lo que a utilidad se refiere hay cierta igualdad entre el francés y el alemán, en lo referente a atractivo y especialmente facilidad los españoles se decantan claramente por el francés.

Entre los idiomas inglés, francés y alemán…¿Cuál diría que es el más atractivo? ¿y en segundo lugar?

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¿Cuál diría que es el más útil? ¿y en segundo lugar?

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¿Cuál diría que es el más fácil? ¿y en segundo lugar?

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En consonancia con estas respuestas, sólo un 9% considera bastante o muy probable que vaya a estudiar alemán en los próximos años. Entre los más jóvenes (16 a 24 años), los universitarios y los residentes en ciudades grandes, el porcentaje de los que consideran muy o bastante probable que vayan a estudiar alemán en los próximos años es mayor: 19% de los más jóvenes, 12% de los universitarios y 14% de los residentes en ciudades de más de 200.000 habitantes eligen las opciones “muy probable” o “bastante probable” ante la pregunta sobre la posibilidad de que vayan a estudiar alemán en los próximos años. El gusto por los idiomas sería la principal motivación para estudiar alemán, seguida por razones laborales. Este resultado no debe confundirse con una intención real de estudiar alemán en el futuro. La respuesta debe interpretarse más bien como una aceptación vaga de la posibilidad de que eso ocurra.

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En sentido opuesto, y coherentemente a las respuestas anteriores, la dificultad y la percepción de escasa utilidad personal son los principales motivos que aducen aquellos que consideran poco o nada probable su estudio.

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Relaciones España-Alemania

La relación bilateral entre ambos países es valorada positivamente, sólo por debajo de la que tiene España con Portugal, con una puntuación muy semejante a la que se da a las relaciones con Italia y con Francia. Desde diciembre de 2013 (la última vez que el Real Instituto Elcano preguntó por esta cuestión), la valoración de la relación bilateral se ha incrementado en más de un punto (de 5,4 a 6,5), lo que coincide con que un tercio considere que la relación ha mejorado, frente a un 12% que piensa lo contrario. No obstante, en la derecha política son más los que consideran que la relación ha ido a peor que los que creen que ha mejorado (aunque la mayoría, al igual que en los otros dos grupos ideológicos, piensa que la relación bilateral permanece igual).

 

En una escala de 0 a 10, donde 0 es muy malas y 10 muy buenas, ¿Cómo valora las relaciones que mantiene España con cada uno de estos países?

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¿Cómo diría que ha evolucionado la relación entre España y Alemania en los últimos 10 años?

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Los que definen a Alemania como un país egoísta –en la pregunta vista anteriormente– tienden a valorar en menos las relaciones bilaterales: las puntúan en 6,8 los que definen a Alemania como solidaria y en 6,2 los que la consideran egoísta.

Las relaciones entre ambos países son descritas por la gran mayoría como amistosas y de solidaridad, basadas en el interés mutuo y en la confianza. Estos son los resultados cuando se pide a los entrevistados que elijan entre los dos extremos de cada par, como se ve en el siguiente gráfico.

¿Cuál de estas palabras diría que describe mejor la relación entre España y Alemania?

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En línea con las buenas relaciones percibidas, un tercio de los entrevistados (33%) no recuerda que exista ningún aspecto en el que España y Alemania tengan intereses diferentes. Entre los que mencionan algún aspecto conflictivo destacan los económicos (formulados vagamente en la mayor parte de los casos), seguidos a distancia por los energéticos. Las menciones de aspectos conflictivos son más frecuentes entre los hombres, entre los universitarios y entre los individuos situados a la derecha o a la izquierda, en comparación con los que se auto-sitúan en el centro.

¿En qué aspectos diría que España tiene intereses contrarios a los de Alemania?

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Cerca de la mitad de los entrevistados (44%) cree que España y Alemania suelen tener intereses comunes en la política europea e internacional y un porcentaje algo menor, del 40%, cree que suelen ponerse de acuerdo para defender la misma posición.

En general, en temas de política europea e internacional, cree usted que España y Alemania…

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Las opiniones respecto a esto divergen en función del sexo, la edad, el nivel educativo y la ideología. Los hombres, los más jóvenes, los universitarios y los individuos de izquierda piensan con más frecuencia que España y Alemania suelen tener intereses comunes en la política internacional.  En el caso de la variable hombre/mujer, la principal diferencia se debe al reconocimiento de la falta de información sobre el tema: más de un tercio de las mujeres, el 34%, reconoce que no sabe si los intereses españoles y alemanes coinciden o divergen en temas de política internacional. Sólo un 14% de los hombres da esa misma respuesta.

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Algo semejante ocurre en las respuestas a la pregunta sobre la coordinación entre España y Alemania. De nuevo el porcentaje de mujeres que reconoce no poder contestar a esta pregunta (40%), es muy superior al de los hombres (18%), lo que no implica necesariamente que ellos tengan más información. En este caso también los hombres, los más jóvenes y las personas de izquierda creen más a menudo que España y Alemania actúan coordinadamente.

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Como en otros casos, las respuestas a esta pregunta están relacionadas con la opinión sobre Alemania como país solidario u egoísta. Los que creen que España y Alemania suelen tener intereses comunes son un 50% entre los que definen a Alemania como solidaria, mientras que bajan al 37% entre los que la creen egoísta. Algo semejante ocurre con las respuestas a la pregunta sobre si ambos países suelen actuar de común acuerdo o sin coordinarse. El 44% de los que consideran solidaria a Alemania creen que los dos países suelen ponerse de acuerdo, frente al 34% entre los otros.

Opinión sobre la relación entre España y Alemania en política europea e internacional en función de la definición de Alemania como solidaria o egoísta, % verticales

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Influencia de Alemania en la UE

La influencia de Alemania sobre la UE es percibida por una inmensa mayoría como muy grande, tanto en el terreno político como económico.

Pensando en el papel que tiene Alemania en la Unión Europea, ¿cómo diría que es su influencia en la política y en la economía europea?

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En consonancia con esa apreciación, la excesiva influencia es el aspecto negativo más señalado respecto al papel de Alemania en la UE. En respuesta a una pregunta abierta sobre elementos negativos de la actuación de Alemania en la UE, un 27% señala su exceso de control, poder e influencia, especialmente en el ámbito económico, y un 17% menciona su falta de solidaridad hacia otros Estados miembros. Sin embargo, un 42% de los entrevistados no cita ningún aspecto negativo, bien porque no sepa qué contestar a esta pregunta (29%), bien porque conteste que “Nada” le parece mal (13%).

¿Qué le parece mal de lo que hace Alemania en la Unión Europea?

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Paradójicamente, el aspecto positivo más señalado, también de forma espontánea, es el liderazgo político alemán, seguido por sus posiciones económicas. En este caso, un 29% no tiene ninguna respuesta a la pregunta de qué es lo que Alemania hace bien en su relación con la UE y un 4% opina que “todo” lo hace bien.

¿Y qué le parece bien de lo que hace Alemania en la Unión Europea?

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En ambas preguntas se percibe de nuevo la mejor valoración por parte de la derecha, pues un 6% de ese grupo considera que todo lo que hace Alemania en la UE está bien (frente al 3% entre los que se sitúan en el centro o en la izquierda) y el 19% sostiene que nada de lo que hace en el ámbito comunitario está mal (frente al 12% del centro y 11% de la izquierda). Esta brecha es más profunda cuando se analizan las respuestas que hacen referencia espontáneamente al ámbito económico. Entre los individuos de izquierda, el 30% menciona espontáneamente aspectos negativos de la influencia alemana en la economía europea (y/o en las decisiones de política económica de la UE), mientras que el 17% menciona aspectos positivos. Entre las personas de derecha ocurre lo contrario: el 31% menciona aspectos positivos y el 23% negativos. En el centro, las menciones positivas y las negativas a la economía se igualan en el 21%.

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*Los porcentajes se refieren a los entrevistados que han citado espontáneamente aspectos económicos de la influencia de Alemania en la UE. El resto, hasta 100, no ha mencionado aspectos económicos.

Las opiniones están divididas respecto al papel de Alemania en dos temas de gran relevancia actual: el cambio climático y la transición energética, por una parte, y la guerra en Ucrania por otra. Los entrevistados se dividen a partes muy semejantes respecto a si Alemania es líder o uno más en la lucha contra el cambio climático y sólo un 9% elige la opción de “Se ha quedado atrás”. En este sentido, parece claro que la polémica en torno a la reapertura de minas de carbón en Alemania no ha tenido impacto (o ha sido muy pequeño) en la opinión pública española. Los hombres son bastante más críticos con Alemania que las mujeres en este terreno y la izquierda lo es más que la derecha.

¿Cómo calificaría el papel de Alemania en la lucha contra el cambio climático y la transición energética?

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Más crítica es la opinión pública ante la posición de Alemania en la guerra en Ucrania, con un 38% que considera insuficiente la reacción del país y cree que debería hacer más. En el conjunto, sólo un 9% opina, por el contrario, que Alemania se ha involucrado demasiado, un porcentaje que entre la izquierda llega al 12% y entre los más jóvenes al 16%. Comparando estos resultados con los obtenidos en una pregunta semejante referida al conjunto de Europa, realizada en el verano pasado, vemos una distribución de respuestas en las que el papel de Alemania es juzgado ahora con más aprobación de lo que lo era el conjunto de Europa en julio del 2022. Sin embargo, hay que tener en cuenta este factor temporal y no puede excluirse que las respuestas sobre la reacción europea fueran ahora de mayor aceptación que en el verano pasado.

¿Cómo está siendo la reacción de Alemania ante la guerra en Ucrania?

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Fuente: España y Francia, miradas cruzadas.

Conclusión

Alemania goza de un gran prestigio en España –es el país mejor valorado por los españoles– y es vista desde nuestro país con una admiración basada sobre todo en sus logros económicos, en su industria y su capacidad técnica. Por otra parte, esa admiración hacia Alemania no resulta perturbada por ningún elemento de conflicto bilateral, histórico o actual, como sí ocurre con otro gran país admirado desde España, Francia. La lejanía física entre España y Alemania, la ausencia de guerras o disputas territoriales entre ambos países en tiempos cercanos y la percepción extendida de que no existen en la actualidad aspectos de rivalidad ni conflicto entre los dos Estados, facilitan esa mirada desde la distancia, no enturbiada por elementos emocionales.

En la anterior crisis económica, la llamada Gran Recesión, la valoración de Alemania en España disminuyó abruptamente a causa del desacuerdo sobre el uso de fondos europeos para apoyar a las economías de Europa del sur, pero ese periodo parece ya olvidado y el prestigio alemán en España se ha recuperado.

La ideología desempeña un papel importante en la valoración de Alemania, una valoración que aumenta entre los individuos que se consideran de derechas, pero es alta en todos los segmentos ideológicos.

Sólo una minoría de los entrevistados (6%) se refiere al pasado (la Segunda Guerra Mundial, la etapa nazi, Hitler, el holocausto judío…) cuando se indaga sobre las asociaciones libres de ideas que provoca Alemania, lo que implica que su presente pesa mucho más en su imagen que ese periodo ya lejano. Por otro lado, sólo un 8% alude espontáneamente a supuestos rasgos de carácter negativos de los alemanes (antipatía, frialdad, rigidez, baja sociabilidad), que son ampliamente superados por los que señalan aspectos positivos (organización, eficacia, civismo, formalidad, honradez, precisión, fiabilidad…), mencionados por un 38%. La inmensa mayoría de las ideas espontáneas que se asocian con Alemania son positivas y se refieren sobre todo a su carácter, su economía y sus productos, con especial mención al automóvil.

Alemania es considerada superior a España en su economía, su influencia internacional, la calidad de su democracia, su tecnología, su respeto al medio ambiente y su nivel de igualdad entre hombres y mujeres, pero son mayoría los que piensan que en España se vive mejor y, aún más, los que creen que la producción cultural española es superior a la alemana.

Por mucho que admiren a Alemania, la mayoría de los españoles afirma que no les gustaría vivir, trabajar o estudiar en ella. En este sentido, la comida alemana no ayuda a su capacidad de atracción: en la escala de 0 a 10, su calificación media es de 5,3, apenas un aprobado, muy lejos del notable alto que reciben su economía o su tecnología. Por su parte el idioma alemán, que en España sólo una pequeña minoría conoce, constituye un importante freno ante la posibilidad de trabajar, vivir y estudiar en Alemania: la gran mayoría de los españoles lo considera difícil y poco atractivo.

El grueso de los españoles mira a Alemania con distancia emocional: es un país admirado, en el que se confía, que no despierta temor, pero tampoco simpatía. Sólo un 37% de los entrevistados dice sentir bastante o mucha simpatía por ese país.

El conocimiento de Alemania es pequeño. La mayoría reconoce que está poco informada sobre lo que sucede allí y el porcentaje de personas que la han visitado alguna vez (37% de la muestra) es muy inferior al de los alemanes que han visitado España en alguna ocasión (73% de los adultos, BIE 2021). 

Los españoles califican positivamente las relaciones que nuestro país mantiene con Alemania, sólo por debajo de las que se mantienen con Portugal, y creen masivamente que se trata de relaciones basadas en la amistad, el interés mutuo, la confianza y la solidaridad. Un tercio de los entrevistados no puede citar ningún elemento de disenso entre ambos países y, entre los que señalan alguno, se produce una gran dispersión de respuestas concretas, aunque priman las relacionadas con la economía y la energía.

La división de opiniones que aparece ante las preguntas sobre el grado en que Alemania y España comparten posiciones en la política europea e internacional está relacionado con la falta de información general en la sociedad española sobre estos temas, lo que causa respuestas dubitativas o al azar. Aún así, el mayor grupo es el que cree que España y Alemania suelen tener intereses comunes y que además suelen ponerse de acuerdo para defender la misma posición.

La gran influencia de Alemania en la UE se percibe por la inmensa mayoría de los entrevistados, pero no es clara la opinión respecto a si esa influencia es positiva o negativa. Una gran parte, el 42%, no señala ningún aspecto negativo de la influencia alemana sobre la UE y, entre los que lo hacen, dominan las respuestas que se refieren a su excesivo control, sin mención a políticas concretas. Cuando los entrevistados pueden concretar, los aspectos económicos son los más mencionados. Por otra parte, esa misma influencia, que una parte de la población considera excesiva, es señalada por muchos otros, espontáneamente, como la principal aportación positiva de Alemania a la UE.

Tanto en la valoración de la influencia alemana en la UE como en la de las relaciones bilaterales, desempeña un importante papel la percepción de Alemania como país solidario o como país egoísta. Este elemento –el egoísmo alemán, que percibe un 42% de la muestra– es la principal debilidad de la imagen de Alemania en España y afecta negativamente a la valoración sobre otros aspectos (relaciones bilaterales, valoración general del país, simpatía hacia él). Este es un factor que atraviesa las divisiones ideológicas y sociodemográficas: aunque la consideración de Alemania como país egoísta sea más frecuente entre la izquierda y entre los jóvenes, es relevante en todos los grupos. Por tanto, mostrar a los españoles la solidaridad de Alemania hacia otros países, estén dentro o fuera de la UE, se convierte en el principal reto en su proyección de imagen hacia nuestro país.


Fotografías: © Casa de S.M. el Rey

Los Reyes entregaron el 15 de marzo, en el Palacio Real de El Pardo, las acreditaciones a la décima promoción de Embajadores Honorarios de la Marca España (EHME), una iniciativa del Foro de Marcas Renombradas Españolas (FMRE), creada en 2005, que tiene como objetivo el reconocimiento público a aquellas personas, empresas o instituciones españolas que más han contribuido, con su ejemplar trayectoria profesional, al fortalecimiento de una imagen positiva de España en el exterior.

Este reconocimiento se otorga con carácter bienal y cuenta con el beneplácito del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. Los nuevos Embajadores Honorarios de la Marca España son: José Manuel Entrecanales, Presidente y CEO de Acciona (Gestión Empresarial); Luis Rojas Marcos (Acción Social); Patricia Urquiola (Arte y Cultura); Carmen Riu, Consejera Delegada de Riu Hotels & Resorts (Turismo y Gastronomía); Teresa Perales (Deportes); y Begoña Vila (Ciencia e Innovación).

Gloria Lomana fue la responsable de conducir la ceremonia. Por su parte, el presidente del Foro de Marcas Renombradas Españolas, Ignacio Osborne, se encargó de dar la bienvenida al acto, quien en su intervención agradeció el apoyo de la Casa Real a la labor del Foro de Marcas. Durante su discurso, Ignacio Osborne destacó el papel esencial que juegan las instituciones como garantes del Estado social y democrático, las empresas como motor de crecimiento, y la importancia de la colaboración público-privada para afrontar con éxito los retos del contexto. “El valor de la Marca España entendida como nuestra imagen, nuestra reputación y nuestra influencia, que afecta a la competitividad de nuestra economía y de nuestras empresas, y también a nuestra capacidad de atraer turismo, inversiones y talento. Más nos vale dedicarle a ello el enfoque estratégico y el esfuerzo que se merece”, comentó el presidente del FMRE.

A su intervención le siguió la del vicepresidente del FMRE y presidente del Jurado de los Embajadores Honorarios de la Marca España, Antonio Abril Abadín, quien explicó los méritos de estos nuevos embajadores y defendió que “el talento es el verdadero motor del desarrollo económico y la mejor garantía de bienestar social. España será en el futuro el resultado de lo que seamos capaces de invertir en educación y en la excelencia de las instituciones que la imparten. No hay mejor inversión. A pesar de esta asignatura pendiente, la realidad es que atesoramos un enorme talento”.

A continuación, se proyectó una pieza audiovisual sobre la X Promoción de Embajadores Honorarios de la Marca España y acto seguido se procedió a la entrega de las acreditaciones a los nuevos EHME.

SS.MM los Reyes de España, acompañados por el secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Fernández Trigo, la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Margarida Méndez, la secretaria de Estado de Turismo, Rosa Ana Morillo, el presidente del FMRE, Ignacio Osborne, y el vicepresidente del FMRE y presidente del jurado de los EHME, Antonio Abril, entregaron las acreditaciones a los nuevos Embajadores.

Tras la entrega, Patricia Urquiola intervino en representación de todos los Embajadores de esta X edición. “Sentimos una gran responsabilidad y compromiso con esta designación. Por mi trabajo, he tenido ocasión no solo de vivir en el extranjero sino también de viajar mucho y visitar muchos países y lugares. Y siempre he comprobado la admiración que despiertan nuestra cultura, nuestro estilo de vida, nuestro entorno natural, y nuestra gastronomía, pero también la calidad de nuestros productos, la creatividad, y la capacidad de innovación de nuestras empresas”.

Para cerrar el acto, Su Majestad el Rey Don Felipe VI destacó en su discurso “la solidez de la marca España que se apoya en empresas líderes, pero también en referentes de la sociedad civil. Y en esta 10ª edición, nos sentimos, verdaderamente orgullosos de reconocer públicamente el magnífico trabajo de este grupo de españoles que, con su excelente labor, tanto contribuyen a reforzar —y difundir— la imagen de España en el mundo. En torno a este mismo objetivo, los seis nuevos embajadores realizan sus contribuciones desde sectores y disciplinas muy variados pero que, al mismo tiempo se complementan perfectamente para fortalecer nuestra reputación en el exterior”.

S.M. el Rey también señaló “el formidable trabajo de esta nueva promoción de Embajadores Honorarios, como el de las nueve promociones anteriores. Sin duda, contamos con una amplia representación del mejor talento español que triunfa y que se reconoce en todo el mundo. Gracias por aportar a nuestro país lo mejor de vosotros mismos. Porque es lo que precisamente contribuye a hacer de España un país mejor. Ese es el camino”.


La Cámara de España ha elaborado, a través de su Comisión de Asuntos Europeos, un documento que refleja las propuestas de las empresas para avanzar hacia una Europa más competitiva, resiliente, digital, sostenible e influyente a nivel geoestratégico 


La Presidencia del Consejo de la Unión Europea, que España asumirá el próximo 1 de julio, supone liderar la agenda de prioridades de actuación política y económica de la UE. La Cámara de España, a través de la Comisión de Asuntos Europeos, quiere contribuir a la definición de esas prioridades, presentando la visión del tejido empresarial sobre los retos y oportunidades de dicho mandato, así como brindar apoyo al Gobierno en el ámbito de la colaboración público-privada.

El documento “La oportunidad de reforzar Europa”, elaborado por la Comisión de Asuntos Europeos de la Cámara de España, recoge 30 propuestas agrupadas en cinco ejes prioritarios de actuación: competitividad, resiliencia, digitalización, sostenibilidad y geoestrategia. 

“Las Cámaras somos entidades representativas de las empresas, formamos parte de la sociedad civil procurando la defensa de los intereses de las empresas y de la sociedad en su conjunto. En ese papel que nos brinda la colaboración público-privada, y conscientes del momento crucial en el que nos encontramos, hemos hecho un ejercicio de reflexión que emana desde la base del tejido empresarial con aportaciones de empresas de todos los sectores, territorios y dimensiones”, explica José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España. 

Para John Rutherford, presidente de la Comisión de Asuntos Europeos de la Cámara de España, “una economía potente es la base del desarrollo sostenido y la competitividad, y en consecuencia de la creación de empleo, así como la mejor defensa del modelo europeo en el contexto global”.

Europa Competitiva

En el actual contexto de incertidumbre geopolítica, la Cámara de España considera que la Unión Europea debe trabajar en dos frentes interrelacionados: proporcionar a sus empresas un entorno apropiado para el desarrollo de la actividad productiva y para acceder a los recursos necesarios, y, en paralelo, con políticas comunitarias orientadas a reforzar la competitividad y la posición de las empresas europeas en el mundo. 

Por ello, la Cámara de España propone en primer lugar, adecuar las iniciativas de apoyo al tejido productivo y la política de competencia estimulando la existencia y consolidación de sectores y empresas clave. Coincide así con lo señalado por el 67,7% de las compañías encuestadas para la elaboración de este informe, las cuales priorizan el desarrollo de políticas sectoriales.

También, y al identificar políticas dirigidas específicamente a las empresas, la Cámara de España apuesta por propuestas relacionadas con el apoyo expreso a las pymes europeas, empezando por la internacionalización. A este respecto, si bien la UE desarrolla numerosas actuaciones de apoyo y promoción de la internacionalización empresarial; la coordinación entre estas y las políticas de los Estados miembros es mejorable en diversos aspectos. Por ello, apuesta por promover la evaluación, coherencia y coordinación de las medidas aplicadas, reforzando, en particular, las iniciativas Red Europea para las Empresas y Startup Europe.

Además, desde la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, sería oportuno dar pasos en las siguientes direcciones:

Europa Resiliente

El documento de la Comisión de Asuntos Europeos de Cámara de España aborda también el análisis y puesta en marcha de instrumentos y políticas que contribuyan a reforzar la capacidad de resiliencia de la UE en el contexto global actual. Con ello, la economía y las sociedades europeas estarán mejor preparadas para sobreponerse y adaptarse a situaciones sobrevenidas adversas e imprevistas.

En línea con las prioridades manifestadas por el 55,1% de las empresas consultadas, se pone el énfasis en la necesidad de promover el diseño de una estrategia europea que aborde el reto demográfico y migratorio que enfrenta la UE, que incluya iniciativas específicas como el desarrollo de una política migratoria europea que contribuya a la gestión inteligente de los flujos migratorios, al buen funcionamiento del mercado de trabajo y a la atracción del talento, atendiendo a las necesidades de las empresas y mercados locales. Otras propuestas en las que debería trabajar la Presidencia española del Consejo de la UE, en pro de la resiliencia europea:

Europa Digital

En el ámbito de la transformación digital, las autoridades europeas deben garantizar que la tecnología sea accesible para todos y que la digitalización sea un proceso seguro y equilibrado. En este marco, y coincidiendo con el 60,6% de las empresas encuestadas, la Cámara de España considera que la presidencia española debería contribuir a reforzar los recursos y programas para la digitalización del tejido productivo de la UE. Entre otras iniciativas que sugiere el informe de la Comisión de Asuntos Europeos de Cámara de España, figuran, de forma resumida:

Europa Sostenible
La urgencia hacia una transición verde se ha acelerado y convertido en esencial no solo para combatir la crisis climática sino también para fortalecer las economías europeas e incrementar su seguridad, al tiempo que se aprovechan las oportunidades derivadas de la transición verde. 

En este eje, para contribuir al tránsito hacia una Europa sostenible, las prioridades a considerar durante la Presidencia española del Consejo de la UE deberían orientarse, en primer lugar, a reducir la dependencia energética de terceros países, reordenando y completando el mercado energético europeo. Así lo ven la gran mayoría de las empresas encuestadas (87,4%) y así lo recoge también el trabajo de la Comisión de Asuntos Europeos de Cámara de España. Un hito que requiere de múltiples actuaciones que van desde el incremento de inversión en I+D de tecnologías de descarbonización, al desarrollo de interconexiones energéticas en la UE. Otras prioridades incluidas en este pilar se refieren a:

Europa Geoestratégica

La situación actual reclama una reflexión profunda sobre el posicionamiento de la Unión Europea a escala mundial y a su seguridad y defensa, al tiempo que salvaguarda sus intereses, defiende sus valores y su modo de vida, y contribuye al bienestar futuro mundial. 

En lo que respecta a la influencia de la UE en el mundo, el documento recoge las prioridades manifestadas por el 54,6% de las empresas, en la línea de acelerar la agenda comercial europea y, en particular, los acuerdos comerciales pendientes y los ya negociados, apuntalando las alianzas comerciales y reubicando a América Latina entre las áreas prioritarias de la UE. Además, para conseguir una Europa Geoestratégica, en la agenda deberían figurar:

El informe “La oportunidad de reforzar Europa” se ha preparado en el seno de la Comisión de Asuntos Europeos de la Cámara de España tras analizar el alcance y las prioridades de la Comisión Von der Leyen y del Colegio de Comisarios, la agenda del plan anual normativo español y las prioridades de las inminentes presidencias rotatorias del Consejo de la UE. Una vez identificados los 5 ejes descritos como punto de partida, el informe se ha elaborado sobre la base de tres pilares complementarios: un trabajo de campo para conocer la opinión directa de las empresas, jornadas y encuentros empresariales con europarlamentarios en las Cámaras de Comercio territoriales, y una labor de análisis interno por parte de la Cámara de España.

30 prioridades y propuestas empresariales para la presidencia española de la UE

Europa Sostenible

1. Revisar y adecuar las iniciativas de apoyo al tejido productivo y la política de competencia, estimulando la existencia y consolidación de sectores y empresas clave y/o líderes en el escenario global.

2. Impulsar el mercado único de servicios, eliminando barreras y garantizando unos mecanismos efectivos para su defensa, con especial atención a la reducción de obstáculos vinculados a los requisitos administrativos para los proveedores de servicios transfronterizos (controles previos) y las restricciones transfronterizas para profesionales que prestan servicios temporales y ocasionales (requisitos documentales).

3. Impulsar y garantizar la correcta ejecución de la Agenda Europea de Innovación, que contribuya a sentar las bases y mejorar el contexto para una Europa innovadora: incremento de la transferencia universidad – empresa, revisión de la legislación de protección de dibujos y modelos industriales, de los mecanismos de coordinación de las políticas de I+D+i y del marco de ayudas de Estado.

4. Reforzar el desarrollo de la Red Transeuropea de Transporte, impulsando el traspaso del transporte de mercancías hacia el ferrocarril, la mejora de las infraestructuras ferroviarias y portuarias, y unas mayores conexiones de zonas con necesidades singulares.

5. Promover una voluntad y un compromiso efectivo con la Unión Bancaria y de los Mercados de Capitales a escala europea, recuperando en la agenda prioritaria las negociaciones para aprobar una hoja de ruta para un Sistema Europeo de Garantía de Depósitos y garantizando la estabilidad y confianza ante escenarios de incertidumbre.

6. Modernizar el esquema de políticas de apoyo a la internacionalización de las pymes, promoviendo la evaluación, coherencia y coordinación de las medidas aplicadas y reforzando, en particular, las iniciativas Red Europea para las Empresas y Startup Europe.

7. Promover la armonización fiscal empresarial a nivel europeo impulsando la coordinación de la UE con sus socios comerciales (OCDE/G20).

8. Mejorar la formación para el empleo promoviendo la adaptación de los itinerarios formativos a las necesidades de las empresas, potenciando la FP superior como generadora de talento y apoyando a las empresas para el reciclaje profesional.

9. Abogar por una regulación viable de la diligencia debida en materia de sostenibilidad, armonizada, coordinada y coherente a escala comunitaria, que tenga en consideración el impacto sobre la competitividad empresarial, las cargas administrativas o la inseguridad jurídica.

Europa Resiliente

10. Incrementar la resiliencia del mercado laboral europeo promoviendo y facilitando la movilidad internacional de trabajadores y estudiantes en la UE.

11. Impulsar las mejoras estipuladas en los procedimientos de evaluación y documentación de los planes nacionales de recuperación y resiliencia (fondos Next Generation EU) y promover una reflexión sobre la conveniencia de establecer nuevos márgenes que otorguen flexibilidad a las condiciones establecidas.

12. Asegurar la eficiencia y eficacia de los fondos estructurales y de inversión europeos (programas europeos FEDER, Fondo Social Europeo, …), definiendo un marco financiero plurianual 2021-2027 mejorado y adaptado a los retos del periodo.

13. Promover el diseño de una estrategia europea que aborde el reto demográfico y migratorio que enfrenta la UE, que aborde medidas de fomento de la natalidad, impulse el desarrollo de una política migratoria europea y siente las bases para un sistema de salud europeo.

14. Promover la revisión de las normas fiscales de la UE de manera que se alcance un consenso sobre el nuevo marco comunitario de gobernanza económica para la supervisión macrofiscal antes de 2024.

15. Reforzar la cohesión territorial, económica y social de la UE acercando las decisiones europeas a la ciudadanía y al tejido empresarial local, e impulsando el diseño de un método de coordinación y vinculación entre las actuaciones del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y la política de cohesión.

16. Impulsar una reflexión inicial sobre los mecanismos de reacción predefinidos de los que debería dotarse Europa para estar mejor preparada ante posibles crisis futuras imprevistas y de impacto sustancial en el ámbito económico, social e institucional.

Europa Digital

17. Reforzar los recursos y programas para la digitalización del tejido productivo de la UE.

18. Promover el desarrollo de un ecosistema europeo de educación digital de alto rendimiento e inclusivo (digitalización y competencias STEM), apoyado en la adaptación necesaria de los sistemas educativos nacionales.

19. Reivindicar la relevancia estratégica de las redes 5G en la Unión para garantizar la conectividad de los territorios, promoviendo su despliegue uniforme y oportuno, y fomentando entre los Estados miembros un planteamiento concertado sobre la seguridad de la tecnología 5G.

20. Impulsar la adopción de sendas estrategias de datos y de ciberseguridad comunes, acordes a tecnología y necesidades en permanente evolución. 

21. Promover la homogeneización a nivel europeo de la fiscalidad digital mediante la aplicación del convenio OCDE/G20, impulsando la concreción de los acuerdos sobre los pilares 1 y 2, e instando a crear con celeridad un mecanismo de solución de controversias en la materia.

Europa Sostenible

22. Reordenar y completar el mercado energético europeo, avanzando en la reducción de la dependencia energética y la aplicación efectiva del plan REPowerEU.

23. Garantizar un marco que, con el objetivo de alcanzar la neutralidad climática, establezca unas condiciones adecuadas desde la perspectiva de la competitividad empresarial en el tránsito hacia dicha meta a largo plazo.

24. Examinar la directiva de mercados de derechos de emisión en su aplicación al transporte marítimo, de modo que reduzca la contaminación al tiempo que preserve la competitividad y el empleo.

25. Diseñar instrumentos comunes para la detección, el conocimiento y gestión coordinada ante fenómenos meteorológicos y climáticos de gran impacto.

Europa Geoestratégica

26. Avanzar hacia la autonomía estratégica abierta: nueva configuración de las cadenas globales de valor y redefinición de la política comercial e industrial de la UE.

27.  Acelerar la agenda comercial europea y, en particular, la conclusión de los acuerdos comerciales pendientes e implementar los ya negociados, apuntalando las alianzas comerciales y reubicando a América Latina entre las áreas prioritarias de la UE.

28. Impulsar el establecimiento de una política de defensa común promoviendo la revisión de las capacidades de defensa de la Unión y la adopción de soluciones comunes, asentando clara y sólidamente los mecanismos de gobernanza y preferencias nacionales en la materia.

29. Avanzar en la definición de las líneas directrices de un nuevo Pacto de migración y asilo, que aborde la unificación de los sistemas nacionales de gestión de flujos y habilite herramientas para afrontar tanto situaciones de normalidad como de crisis migratorias sobrevenidas.

30. Velar por el correcto funcionamiento de los instrumentos europeos puestos en marcha para aumentar la influencia y la presencia de la UE en el mundo (Global Gateway), asegurando la promoción de los valores europeos. 

Puedes descargarte el informe completo aquí.


El crecimiento mundial se ralentizará hasta el 1,9% en 2023, el más bajo de las últimas décadas


Economistas de la ONU han advertido en su informe «Situación y perspectivas de la economía mundial en 2023» que es probable que las crisis entrecruzadas por las que están atravesando la mayoría de los países añadan más daños a la economía mundial, con un crecimiento que se ralentizará desde el 3% previsto en 2022 al 1,9% de este año.

Esta será una de las tasas de crecimiento más bajas de las últimas décadas, aparte de la registrada durante la crisis financiera de 2007-2008 y la del apogeo de la pandemia del Covid-19.

«En la mayoría de los países esperamos que el consumo privado y la inversión se debiliten debido a los ingresos y al aumento de las tasas de interés», auguró Ingo Pitterle, economista del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DESA) al presentar el informe Situación y perspectivas de la economía mundial en 2023. «Varios países experimentarán una leve recesión antes de que se prevea un repunte del crecimiento en el segundo semestre de este año y en 2024».

Las conclusiones del informe se producen en el contexto de la pandemia, la guerra desatada por Rusia en Ucrania, que ha generado las consiguientes crisis alimentaria y energética y contribuir al aumento de la inflación, el endurecimiento de la deuda y la emergencia climática.

A corto plazo, las perspectivas económicas son sombrías e inciertas, aunque se prevé que el crecimiento mundial repunte moderadamente hasta el 2,7% en 2024.

Sin embargo, esto depende en gran medida del ritmo y la secuencia del endurecimiento monetario ocasionado por la subida de los tipos de interés, las consecuencias de la guerra en Ucrania y la posibilidad de que se produzcan nuevas interrupciones en la cadena de suministro.

UNDESA. Este gráfico en inglés muestra el comportamiento económico y las proyecciones de los distintos países y regiones en 2021, 2022, 2023 y 2024.

Se necesitan medidas fiscales más contundentes

El informe advierte de que los resultados también amenazan la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

«No es el momento de pensar a corto plazo ni de aplicar una austeridad fiscal visceral que exacerbe la desigualdad, aumente el sufrimiento y pueda alejar aún más el logro de los Objetivos de Desarrollo. Estos tiempos sin precedentes exigen una acción sin precedentes», dijo António Guterres, Secretario General de la ONU al darse a conocer el informe.

«Esta acción incluye un paquete de estímulo transformador de los Objetivos de Desarrollo, generado a través de los esfuerzos colectivos y concertados de todas las partes interesadas», añadió.

Perspectivas económicas sombrías

Según el informe, tanto los países desarrollados como los países en desarrollo se ven amenazados por las perspectivas de recesión durante este año.

El impulso del crecimiento se debilitó significativamente en Estados Unidos, la Unión Europea y otras economías desarrolladas en 2022. Esto afectó negativamente al resto de la economía mundial de múltiples maneras.

El endurecimiento de las condiciones financieras mundiales, unido a la fortaleza del dólar, exacerbó las vulnerabilidades fiscales y de deuda de los países en desarrollo.

El análisis reveló que más del 85% de los bancos centrales de todo el mundo endurecieron su política monetaria y subieron los tipos de interés en rápida sucesión desde finales de 2021, para controlar las presiones inflacionistas y evitar una recesión.

Se prevé que la inflación mundial, que alcanzó un máximo de varias décadas de alrededor del 9% en 2022, disminuya, pero se mantenga elevada en el 6,5% en 2023.

Unsplash/Gerson Cifuentes. Un trabajador recogiendo café en San Marcos (Guatemala).

Menor recuperación del empleo y aumento de la pobreza

Según el informe, la mayoría de los países en desarrollo experimentaron una recuperación más lenta del empleo en 2022 y siguen enfrentándose a niveles relativamente altos de desempleo.

Las pérdidas desproporcionadas de empleo femenino durante la fase inicial de la pandemia no se han invertido totalmente, y las mejoras se deben principalmente a la recuperación del sector informal.

La ralentización del crecimiento, unida a la elevada inflación y a la creciente vulnerabilidad de la deuda, amenaza con hacer retroceder aún más los logros en materia de desarrollo sostenible conseguidos con tanto esfuerzo, advierte el informe.

El citado Departamento de la ONU señala que, ya en 2022, el número de personas que sufren inseguridad alimentaria aguda se ha más que duplicado en comparación con 2019, alcanzando casi los 350 millones.

Un período prolongado de debilidad económica y de lento crecimiento de los ingresos no sólo obstaculizaría la erradicación de la pobreza, sino que también limitaría la capacidad de los países para invertir en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que este año tocan a su ecuador, de manera más amplia, afirma.

«La comunidad mundial debe redoblar sus esfuerzos conjuntos para evitar el sufrimiento humano y apoyar un futuro inclusivo y sostenible para todos», declaró Li Junhua, secretario general adjunto del DAES.

La cooperación internacional es clave

El informe pide a los gobiernos que eviten la austeridad fiscal, que ahogaría el crecimiento y afectaría desproporcionadamente a los grupos más vulnerables, además de obstaculizar el avance en la igualdad de género y las perspectivas de desarrollo, durante generaciones.

También hace un llamamiento a la reasignación y el replanteamiento de prioridades en la política de gasto público, mediante intervenciones directas que creen empleo y revitalicen el crecimiento.

Para ello será necesario reforzar los sistemas de protección social y garantizar un apoyo continuado a través de subsidios específicos y temporales, transferencias de efectivo y descuentos en las facturas de los servicios públicos, y puede complementarse con reducciones de los impuestos sobre el consumo o de los derechos de aduana, afirma.

El informe señala que las inversiones públicas estratégicas en educación, sanidad, infraestructura digital, nuevas tecnologías y mitigación del cambio climático y adaptación al mismo pueden lograr grandes beneficios sociales, acelerar el crecimiento de la productividad y reforzar la resiliencia a las crisis económicas, sociales y medioambientales.

Y estima que las necesidades adicionales de financiación de los Objetivos de la Agenda 2030 en los países en desarrollo ascienden a varios billones de dólares al año.

El informe advierte de que se necesita urgentemente un mayor compromiso internacional para ampliar el acceso a la ayuda financiera de emergencia, reestructurar y reducir la carga de la deuda en los países en desarrollo y ampliar la financiación de los Objetivos de Desarrollo.

Puedes descargarte el resumen ejecutivo del informe aquí.


El Foro de Marcas Renombradas Españolas e ICEX han realizado un informe sobre los retos y oportunidades a los que se enfrentan las empresas españolas en el mercado chino.


Incertidumbre quizá sea la mejor palabra para resumir el sentimiento que genera el mercado chino. La actual coyuntura económica del país combina un potencial de oportunidades sin parangón en ningún otro mercado con un entorno de negocios cada vez más complejo y alejado del funcionamiento de los mercados tradicionales de las empresas españolas (por ejemplo, UE, EEUU o Latinoamérica). Todo ello enmarcado en un contexto geopolítico que evoluciona hacia un mayor proteccionismo y la regionalización de las cadenas de producción.

La pandemia del COVID-19 está siendo gestionada por China de manera muy diferente a España y, en general, las grandes potencias económicas. Fuera de China, los países sufrieron un profundo doble shock de oferta y demanda en 2020 que comenzaron a superar en 2021 tras apostar por una agresiva campaña de vacunación y ambiciosas medidas de estímulo económico. Por su parte, China optó por una política de COVID cero y cerró sus fronteras. Esta estrategia le permitió reiniciar por completo su actividad económica en mayo de 2020, e incluso incrementar su cuota de mercado global en numerosos sectores. Sin embargo, en 2022, mientras la gran mayoría de países ha optado por convivir con el coronavirus, la aparición de la variante ómicron, mucho más contagiosa, ha supuesto un desafío a la política de COVID cero cuyo coste en la economía china se ha incrementado considerable- mente, obligando incluso a confinar estrictamente ciudades como Shanghái. Esta política de COVID cero está prevista que se mantenga acorto-medio plazo, constituyendo la principal causa de la incertidumbre que transmite el mercado chino.

La actual idiosincrasia china derivada de esta política de COVID cero obliga a las empresas españolas a realizar un sosegado análisis de sus capacidades productivas, sistemas logísticos y ventajas competitivas frente a la competencia local, así como sobre su disponibilidad para asignar suficientes recursos financieros y humanos a este mercado, evitando dejarse llevar por los cantos de sirenas del que, sin duda, es el mayor mercado de consumo del mundo.

Con este informe realizado entre el ICEX y el Foro de Marcas Renombradas Españolas, se presente tomar el pulso al sentimiento de las empresas españolas en el mercado chino tras el profundo impacto provocado por la pandemia de coronavirus. Para ello, en primer lugar, se ha realizado una encuesta a gran escala entre las empresas españolas que operan en el mercado chino. En segundo lugar, se contó con la opinión de un variado grupo de autores con conocimiento en este mercado. Por último, se recogen los testimonios de algunas de las empresas más relevantes que operan en China.

Esperamos que este estudio contribuya a arrojar algo de luz sobre la incertidumbre actual del mercado chino y ayude a nuestras empresas a decidir sobre la idoneidad de operar en este mercado en la coyuntura actual y, en caso afirmativo, diseñar una estrategia que permita aprovechar las potenciales oportunidades que ofrece a medio y largo plazo.

Puedes descargarte el informe completo aquí.



El Foro de Marcas Renombradas Españolas (FMRE) ha designado la X promoción de Embajadores Honorarios de la Marca España (EHME), iniciativa creada en 2005, cuyo objetivo es otorgar un reconocimiento público a aquellas personas o instituciones de nacionalidad española que contribuyen significativamente al prestigio y potenciación de la imagen de nuestro país en el exterior.

Esta acreditación, que cuenta con el beneplácito del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, se concede con carácter bienal en siete categorías.  La entrega de estas acreditaciones tendrá lugar en 2023 en una ceremonia que se espera sea presidida por Sus Majestades los Reyes, como en ediciones anteriores.

Los nuevos Embajadores Honorarios de la Marca España en las distintas categorías son:

  • Relaciones Internacionales: Josep Borrell por su brillante trayectoria política nacional e internacional en defensa de los intereses de España y de la Unión Europea. Primer español en ocupar a la vez el cargo de Alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y el de vicepresidente de la Comisión Europea, Borrell posee la Medalla de la Orden del Mérito Constitucional, y la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica. Entre sus responsabilidades figura la de promover la UE y defender sus valores e intereses a escala mundial.
  • Gestión Empresarial: José Manuel Entrecanales por su excelente gestión como presidente y CEO de ACCIONA, grupo líder en energías renovables e infraestructuras, con presencia en más de 60 países y más de 40.000 empleados, y su compromiso con la sostenibilidad. Es miembro activo de las principales entidades que promueven el desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático, como el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, o el Carbon Pricing Leadership Coalition del Banco Mundial. 
  • Acción Social: Luis Rojas Marcos por su labor social comprometida con la salud mental y por su brillante trayectoria como médico y gestor de servicios sanitarios y organismos en lugares como Nueva York. Rojas Marcos ha sido reconocido internacionalmente por su trabajo con los más desfavorecidos y posee la Orden de las Artes y las Letras de España, entre otros galardones.
  • Arte y Cultura: Patricia Urquiola por ser una de las arquitectas y diseñadoras más relevantes a nivel mundial.  Ha recibido varios premios internacionales por sus diseños, además de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2011, y la Orden de Isabel La Católica.  Parte de su obra está expuesta en lugares como el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo de las Artes Decorativas de París, o el Museo Nacional de Zúrich.
  • Turismo y Gastronomía: Carmen Riu por su excelente gestión como consejera delegada al frente de Riu Hotels & Resorts, una de las cadenas hoteleras líderes a nivel mundial, con 100 hoteles en 20 países y más de 28.000 empleados, desde sus orígenes como pequeña empresa familiar. Por contribuir a difundir la calidad y la excelencia de nuestro país gracias a la expansión internacional de este grupo hotelero.
  • Deportes: Teresa Perales por su fortaleza y capacidad de adaptación para superar circunstancias personales adversas, y proyectar una carrera paralímpica y pública ejemplar. Perales ha obtenido 27 medallas en los Juegos Paralímpicos, 20 medallas en los Mundiales y 37 medallas en los Campeonatos de Europa, además de 5 récords del mundo. Ha desempeñado también cargos de gestión y responsabilidad pública por su compromiso con la sociedad. Es Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2021.
  • Ciencia e Innovación: Begoña Villa por su brillante trayectoria como investigadora astrofísica que le ha merecido el reconocimiento internacional y su labor como ingeniera jefe en el equipo del telescopio James Webb. Ha sido condecorada por la NASA con la medalla Exceptional Public Achievement por su liderazgo y logros excepcionales. Es miembro de ECUSA-DC que engloba a la comunidad científica española en las áreas de Washington DC, Maryland y Virginia. 

Este reconocimiento se fundamenta en el valor que aportan los EHME por su prestigio internacional a la marca y reputación de España, y el impacto que puede tener su trayectoria y actuación a nivel global. La acreditación tiene carácter honorifico y requiere la previa aceptación del EHME, además de su disposición a colaborar en iniciativas del FMRE que fortalezcan la imagen internacional de nuestro país en el exterior.

El proceso de selección de los EHME es muy participativo. A través de una encuesta, los candidatos son preseleccionados por:

  • Las más de 150 empresas asociadas al FMRE
  • Las embajadas y consulados de España
  • Las oficinas económicas y comerciales de España en el exterior
  • Las cámaras de comercio
  • Las oficinas de turismo en el extranjero
  • Los Institutos Cervantes en el exterior
  • Los miembros de Conexión España, red global de directivos.

A partir de los resultados de esta encuesta, un comité técnico del FMRE realiza una preselección de 5 candidatos en cada categoría, que luego son presentados al jurado, integrado por destacados representantes de los ámbitos empresarial, institucional, y de la Administración Pública para su dictamen. Tras la aceptación por parte de los acreditados, se comunican los nuevos embajadores a la Casa Real.

El jurado de los EHME, reunido el 5 de octubre en Bodegas Osborne de El Puerto de Santa María (Cádiz) y presidido por Antonio Abril, vicepresidente del FMRE, estuvo compuesto por (en orden alfabético): Álvaro Guillén, consejero director de RRII de Acesur; Ana de la Cueva, presidenta de Patrimonio Nacional; Ana Esmeralda Martínez, directora general de Diplomacia Económica del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, y vicepresidenta del FMRE; Ana Sáinz, directora general de la Fundación SERES; Andrés Pereda, director corporativo de la Cámara de Comercio de España; Antonio Bonet, presidente del Club de Exportadores; Antonio Pont, presidente de honor de Borges; Antonio Viejo, director corporativo de Hijos de Rivera; Carlos de Palacio Oriol, presidente de Talgo; Carmen Fernández de Alarcón, CEO Havas; Eva Piera, directora general de Relaciones Externas y Comunicación de Mapfre; Francisco Vallés, secretario general del FMRE; Ignacio Osborne, presidente del Grupo Osborne y presidente del FMRE; Ignacio Sierra, director general corporativo del Grupo Tendam; Javier Serra, director general de Coordinación y Cooperación Institucional de ICEX; Manuel Barbadillo, presidente de Bodegas Barbadillo; Margaret Chen, fundadora y presidenta de honor de China Club Spain; Marta Camacho, directora de Asuntos Institucionales y Gabinete de la Presidencia de Repsol; Marta Torralvo, directora corporativa de RTVE; Mauricio González Gordon, presidente de González-Byass;  Miguel Otero, patrono de mérito del FMRE; Pablo Garde, subsecretario de Industria, Comercio y Turismo y vicepresidente del FMRE; Pablo López, director general del FMRE, secretario del jurado; Sara Bieger, presidenta de la Cámara Franco-Española; y Tristán Ybarra, director de exportación del Grupo Ybarra.


Alfredo Bonet es Técnico Comercial y Economista del Estado. Cuenta con una carrera de 38 años en asuntos internacionales: 26 años en el área de Comercio de los Ministerios de Economía e Industria (más de 10 de ellos como alto cargo, incluso como secretario de Estado, y 11 destinado en el exterior) y 12 años más en dos etapas en el sector privado en diversos puestos, ahora como consejero independiente.


Parece que tocamos fondo en la crisis económica mundial que tan duramente está afectando al mercado global y entrando en un 2023 de transición, que mostrará una recuperación aún débil y unos elevados niveles de precios energéticos, inflación y tipos de interés que se irán moderando para que en 2024 podamos vislumbrar un panorama diferente. En el pasado el comercio internacional ha sido siempre un refugio seguro cuando la demanda interna caía, gracias al dinamismo internacional de nuestras empresas, pero a corto plazo la demanda externa refleja una debilidad que limitará la tradicional capacidad del sector exterior para ejercer su papel de motor de la recuperación. Pocas veces hemos afrontado un mercado global con tan elevado nivel de incertidumbre económica y geopolítica y no solo en 2023, sino sobre todo más allá.

Este artículo trata de analizar la situación del mercado global que vamos a afrontar el año próximo, pero también de reflexionar sobre qué encontraremos en los posteriores porque la actual crisis económica y geopolítica tiene derivadas en términos de fragmentación, proteccionismo, reconfiguración de cadenas de valor, intervencionismo o competencia internacional cuyas consecuencias no es fácil anticipar.

Los mercados en 2023

El comercio mundial se estancará en 2023, tal como estima la OMC con un crecimiento del comercio de mercancías de un exiguo 1% por la caída en la demanda de importaciones derivada de la ralentización del crecimiento global. Hemos batido récords de inflación, en buena parte como consecuencia de la pandemia y la guerra en Ucrania, y estamos en fase acelerada de normalización de unas políticas monetaria y fiscal muy expansivas, con la repercusión negativa que ello tiene sobre el crecimiento y el empleo. El FMI estima que el crecimiento mundial no superará el 2,7% el año próximo con inflación aún del 6,5%, con una tercera parte de la economía mundial entrando en recesión técnica. Y estas estimaciones están sujetas a diversos riesgos a la baja: excesiva restricción monetaria, mayores alteraciones en tipos de cambio, nuevos shocks energéticos, crisis en países emergentes altamente endeudados en dólares, mayores cortes de flujos de gas de Rusia a Europa, repuntes de una pandemia que no acaba de desaparecer, aceleración de la crisis inmobiliaria en China o una fragmentación geopolítica que lastre los flujos de bienes, servicios y capitales.

El crecimiento en las economías avanzadas, que absorben tres cuartas partes de nuestras exportaciones de bienes y dos terceras de las de servicios, no superará el 1%. La economía de la Unión Europea, al que se dirigen dos tercios de nuestras exportaciones de bienes y la mitad de las de servicios, está más deprimida. La recuperación económica ya iniciada se ha visto interrumpida por el impacto de la guerra en sus fronteras, con el consiguiente encarecimiento de los precios energéticos, el alza de la inflación y la política monetaria restrictiva necesaria para contenerla y anclar las expectativas. Se estima que el crecimiento de la UE será casi nulo en 2023, del 0,3%, con una inflación situada aún en torno al 7%. El Reino Unido, digiriendo su Brexit duro y ya en recesión, decrecerá el próximo año en torno al 1,4% tras el paquete de ajuste del nuevo gobierno. La economía de Estados Unidos, en clara desaceleración, crecerá solo un 1% el año próximo por las medidas de restricción monetaria que mantienen elevados los tipos de interés.

En los países emergentes y en desarrollo el crecimiento será algo mayor, de un 3,7%. En Asia se acercará al 5%, con una cierta recuperación de China (4,4%), lastrada aún por las drásticas medidas de contención de la pandemia y su crisis inmobiliaria. India puede crecer un 6% y el conjunto de la ASEAN casi un 5%. La Europa emergente prácticamente se estanca por el hundimiento de Rusia y Ucrania. Latinoamérica no crecerá más del 1,7% a causa de la caída de la demanda mundial, el endurecimiento de las condiciones financieras y la caída de los precios de las materias primas. Estos mismos factores limitarán el crecimiento de África hasta el 3,7%, similar al de Oriente Medio por la prevista baja de los precios energéticos y la desaceleración de la actividad a nivel global. [1], [2], [3]

Este año nuestro sector exterior ha mostrado de nuevo su gran capacidad de recuperación, batiendo récords de exportaciones de bienes. Sin embargo, afrontamos en 2023 este entorno internacional adverso, con la actividad económica estancada en nuestros principales mercados de exportación de bienes y servicios y un endurecimiento de las condiciones de financiación de las exportaciones. Aun así, la contribución del sector exterior al crecimiento del PIB puede seguir siendo positiva, quizá en medio punto, la mitad del estimado.

Cambios coyunturales o estructurales

Como decíamos, en 2024 el panorama será más optimista, pero no podemos olvidar que en estos últimos años la economía mundial ha vivido una serie de transformaciones, en parte estructurales, que pueden afectar al desarrollo de los intercambios internacionales en el medio y largo plazo. Es evidente que el comercio mundial ha perdido fuelle de manera significativa. Entre 1985 y 2008 los intercambios crecieron a un ritmo del 6% anual, el doble del crecimiento de la economía global, pero desde 2008 no ha superado el 3%, como la actividad económica. Hay razones que tratan de explicar este cambio de comportamiento como la irrupción de China en el comercio mundial a partir de su entrada en la OMC, la consolidación de los avances tecnológicos de los 80, el agotamiento del proceso de liberalización comercial multilateral y regional, medidas proteccionistas derivadas de la rivalidad comercial entre China y EEUU o la disrupción de las cadenas globales de valor por la pandemia. Es importante analizar si se trata de fenómenos coyunturales o que van a afectar a los intercambios internacionales de bienes (tres cuartas partes) y de servicios (una cuarta parte) de manera estructural. También es interesante entender la evolución de los flujos de capitales, que aumentaron del 1 al 6% del PIB mundial entre 1985 y 2008 y ahora no superan el 2%, habiendo caído a la mitad los dirigidos a los países en desarrollo.

¿Un proceso de desglobalización irreversible?

Desde hace unos años se habla de que el proceso de globalización se ha agotado, que hemos llegado al límite y entramos en otro inevitable de desglobalización. Algunos estudios recientes han analizado si ello responde a un aumento del proteccionismo concluyendo que, si bien se ha producido una desaceleración en el ritmo de la liberalización comercial, los niveles de protección en bienes no han aumentado de manera significativa y solo algo las barreras en servicios, especialmente en países en desarrollo. Y la caída de los flujos de inversión, directa y en cartera, responde más a debilidades macroeconómicas, financieras o institucionales que a medidas proteccionistas, por el momento.

En difícil de creer que hayamos alcanzado el límite de la globalización y estemos en un retroceso estructural, quizá más bien en una fase temporal de regionalización y de reconfiguración. La geopolítica y el proteccionismo tienen difícil contener unas fuerzas del mercado e iniciativa empresarial que han impulsado un proceso de globalización que desde inicios del siglo XX solo han podido interrumpir temporalmente dos guerras mundiales y una gran crisis.[4]

La desglobalización, la reconfiguración generalizada de las cadenas de valor para pasar del just in time al just in case por los mayores riesgos y fragmentación geopolítica que vivimos, no es un proceso sencillo de acometer por la elevada interdependencia que han alcanzado los sectores productivos de los principales actores de la economía global. La mitad de las importaciones de EEUU y un tercio de las europeas provienen de Asia, y ese continente absorbe la mitad de las importaciones de las principales materias primas. El mundo continúa estando profundamente interconectado y los flujos de comercio muestran gran resiliencia a pesar de la crisis; unos flujos que, aparte de mercancías y servicios, cada vez lo son más de intangibles (datos, propiedad intelectual) y talento.[5]

Confianza y seguridad

Las cadenas globales de valor han sido conformadas meticulosamente por las empresas internacionalizadas a lo largo de décadas en busca de una mayor eficiencia y competitividad, también en los últimos años por exigencias de sostenibilidad medioambiental y social, por lo que su reconfiguración apresurada supone, de entrada, una sensible pérdida en esos aspectos. Pero es cierto que en estos años la seguridad y la confianza han entrado con mayor peso en la ecuación, ya que la geopolítica, la pandemia y la guerra nos han recordado que el comercio, además de traer evidentes beneficios económicos, está sometido a riesgos y vulnerabilidades considerables a través de las cadenas de suministro. Pasamos, así, de una fase en que el objetivo de maximizar la resiliencia se antepone al de maximizar la eficiencia.[6] La situación de la OMC, como veremos después, y su dificultad de ejercer como guardiana de las reglas del comercio mundial no es ajena a una mayor desconfianza que se ha traducido en medidas proteccionistas de todo tipo. Entre ellas podemos citar, aparte de las justificadas sanciones, nuevos aranceles, restricciones a la exportación, revisiones previas o screening de operaciones de inversión (enfocadas a las empresas estatales chinas), mayores controles de exportación o iniciativas para promover el denominado friendshoring de actividades productivas deslocalizadas hacia países amigos, aliados y fiables.

Las reglas del comercio multilateral difícilmente pueden contener esta deriva proteccionista. Los principios básicos del GATT de no discriminación, trato nacional y cláusula de nación más favorecida se han incumplido repetidamente en estos últimos años apelando a la excepción prevista en el acuerdo por razones de seguridad nacional, que permite discriminar entre países. La duda es si seguridad económica equivale a seguridad nacional, y también si es razonable avanzar hacia un mundo en que los flujos mundiales de bienes, servicios y capitales tengan que desplegarse y desarrollarse no ya tanto con libertad y por criterios de mercado y eficiencia económica, como en las últimas décadas, sino como consecuencia de políticas intervencionistas que orienten el comercio por los canales e itinerarios deseados.[7]

Desglobalizarse pero sobre todo de China

El caso de China merece atención especial, ya que el desequilibrio en sus relaciones económicas con las potencias del mundo desarrollado, junto a su creciente peso y ambición geopolíticas, ha sido el principal desencadenante de esta dinámica. Hoy existe el convencimiento de que la alfombra roja que se desplegó a China para su acceso a la OMC en 2001, al entender que era mejor que estuviera dentro del sistema que fuera, ha tenido consecuencias entonces imprevistas. Las reglas del club no estaban pensadas para un país con un sistema de capitalismo de Estado y esa enorme capacidad exportadora. Las exportaciones chinas se han multiplicado por 14 desde su acceso a la OMC. El desequilibrio comercial de China con sus socios comerciales se ha ido acrecentando por prácticas dudosamente compatibles con la economía de mercado en materia de financiación privilegiada, subvenciones o usurpación de tecnología a inversores extranjeros, amparadas por políticas de apoyo a sus sociedades estatales, mientras ponía en marcha ambiciosas e inquietantes iniciativas como Made in China 2025 o One Belt One Road.

Solo hace unos años los principales socios comerciales de China comenzaron a tomar medidas al respecto, y no solo por la amenaza comercial sino por razones geopolíticas, tecnológicas y de seguridad. Empezó EEUU en 2018 con la aplicación de aranceles sobre las exportaciones de acero, extendidas además a otros países, y la UE denunció poco después, en marco de su nuevo enfoque de autonomía estratégica, esa asimetría y falta de reciprocidad en la relación denominando a China “rival sistémico” y reconociendo la necesidad de hacer algo al respecto. Japón tomó una posición similar. Así, los países que representan el 50% del comercio global se mostraron de acuerdo en que algo había que hacer para reducir la excesiva dependencia de China. Desde entonces han proliferado diversas medidas: en EEUU el veto a Huawei, el reforzamiento del control previo de inversiones del CFIUS o la CHIPS and Science Act, que prevé enormes apoyos para la investigación y desarrollo tecnológico para favorecer la producción de semiconductores. También la UE ha aprobado su European Chips Act, si bien de alcance muy inferior, además de reforzar su mecanismo de control previo de inversiones o de lanzar una iniciativa para regular el acceso al mercado interior de las empresas extranjeras que reciben subvenciones.

La propia evolución de la economía China ha contribuido a limitar la interdependencia por el cambio de estrategia hacia un modelo de crecimiento en base a la demanda interna, la rápida elevación de sus costes laborales y la apreciación de su tipo de cambio real, que han desencadenado un continuo proceso de deslocalización de actividades industriales, propias y de inversores extranjeros, hacia otros países del sudeste asiático de menores costes. Así, la relación económica de EEUU con China se ha reducido sensiblemente en los últimos cinco años: sus importaciones del país asiático se han estancado en niveles de 2017, las inversiones se mantienen en niveles bajos, la adquisición de deuda del Tesoro por parte china se ha limitado, así como el valor de las empresas cotizadas en Wall Street y los flujos de inversión americana en China. La UE, por su parte, ha congelado sin ratificar el Acuerdo de Inversiones que lleva años negociando con China y, aunque sus importaciones de ese mercado han aumentado un 40% en los últimos cinco años, sus exportaciones se estancan y los flujos de inversión bilateral se mantienen bajos.[8] Pero desacoplamiento de la fábrica del mundo, y a la vez gran mercado, no será sencillo sino complejo, parcial y lento. [9], [10]

En definitiva, la desconexión entre grandes socios comerciales que han alcanzado tales niveles de interdependencia, la reconfiguración de las cadenas globales de valor para hacerlas más seguras, pero sin que por ello pierdan excesiva eficiencia, es una tarea sumamente compleja que llevará tiempo. Es cierto que el avance tecnológico permite relocalizar más tareas, pero también hay algunas que no pueden relocalizarse. El proceso debe responder a criterios económicos y empresariales, que ya incorporan los de seguridad, y no solo políticos o diplomáticos; de imponerse éstos, los gobiernos deberían trasponerlos a sus políticas utilizando más bien la zanahoria que el palo. En cualquier caso, no podemos obviar el riesgo de que una profundización de este proceso de deslocalización de actividades productivas de países no amigos hacia los amigos levantando barreras proteccionistas contribuya a intensificar más aún la ya creciente fragmentación del sistema de comercio mundial.[11]

Un débil supervisor del comercio internacional

Es evidente que las instituciones internacionales no han podido seguir el paso de las transformaciones en la sociedad y economía mundiales. La OMC, y antes el GATT desde 1948, han aportado un extraordinario servicio para favorecer durante décadas un gran desarrollo de los intercambios de bienes y servicios en mercados cada vez más liberalizados y bajo un sistema de reglas compartido. Aún hoy, a pesar de la vigencia de 350 acuerdos comerciales regionales, el 75% del comercio mundial se desarrolla bajo los aranceles de la cláusula de nación más favorecida. 

Pero la OMC ha perdido su plena capacidad de operar y avanzar precisamente cuando sería más necesaria, en un momento de graves tensiones y cuando ese foro de negociación podría contribuir notablemente a resolver buena parte de los desafíos a que se enfrenta el comercio mundial. Para ello deberá abordar cuestiones muy relevantes que bloquean su actividad. La primera es el “trato especial y diferenciado” a los países en desarrollo, por el que estos se autodefinen en esa condición condicionando sus derechos y obligaciones, cuando sería necesario establecer criterios objetivos claros para la diferenciación y repartir las cargas de manera equitativa. Otra es revisar la operativa del sistema de solución de diferencias, que tanta credibilidad y poder confirió a la OMC en el pasado, y que hoy es inoperativo por el bloqueo de su órgano de apelación. Por último, y lo más importante, hay que reformar el proceso de toma de decisiones que hoy exige que los 164 miembros de la OMC alcancen un consenso, y ello avanzando por una doble vía: acordando procedimientos de mayoría cualificada y, mientras se consigue, promoviendo negociaciones plurilaterales cuyos resultados se aplican a todos (ahora en marcha en temas como comercio electrónico, facilitación de inversiones, regulación interna de servicios o microempresas y pymes).

Una OMC operativa, creíble y reforzada podría aportar al comercio mundial, en momentos como el actual, mayores niveles de eficiencia, confianza, certidumbre y estabilidad. También podría contribuir a avanzar en la lucha contra el cambio climático, ya que los objetivos de liberalizar el comercio internacional como motor del crecimiento, desarrollo y reducción de la pobreza y el de proteger el medio ambiente luchando contra el cambio climático no son incompatibles, sino complementarios. Para ello, las políticas comerciales y medioambientales deben diseñarse de manera que ofrezcan los incentivos apropiados para lograr ambos objetivos de manera simultánea. Por todo ello más que nunca es necesario reactivar las negociaciones para reformar y reactivar la OMC. El Comunicado de la reciente reunión del G20 en Bali reafirma una vez más que “el sistema de comercio multilateral de la OMC basado en reglas, libre, justo, abierto, inclusivo, equitativo, sostenible y transparente es indispensable…”, que la reforma de la OMC es clave para reforzar la confianza en el sistema y que sus miembros se comprometen a avanzar en ella “de manera activa, constructiva, pragmática y enfocada”[12]. Esperemos que así sea.

Un nuevo y desconocido panorama competitivo 

El gran aumento de la inflación en la mayoría de los países y los posibles efectos de segunda ronda que se producirán de manera desigual, afectarán a la competitividad internacional en uno u otro sentido. Además, la pandemia y la guerra, y la crisis económica que han generado, han obligado a los gobiernos a salir al rescate y protección de sus ciudadanos y empresas. Muchos de ellos, apoyados originalmente en poderes extraordinarios otorgados por estados de alarma, han ampliado sensiblemente su intervención en la sociedad y en el mercado a través de nuevas regulaciones y ayudas estatales.  En la Unión Europea se han suspendido las reglas de ayudas de Estado que protegen el mercado único, quizá el mayor logro del proceso de construcción europea, que garantizan una competencia leal y abierta, un terreno de juego nivelado y ofrecen enormes oportunidades de negocio y de proyección a los mercados exteriores.

La suspensión temporal de las reglas de ayudas de Estado ha permitido a los gobiernos ofrecer apoyos a sus empresas en función de su capacidad para asumir el aumento de gasto público que ello comporta, de manera que los países con cuentas públicas más saneadas han actuado de manera más contundente.[13] Esta diferencia de niveles de ayuda habrá trastocado las condiciones de competencia en el mercado único europeo y, junto a otras iniciativas como la Ley de Reducción de la Inflación de EEUU que contiene muy cuantiosas inversiones y ayudas, pueden alterar también flujos de comercio e inversión y niveles de competitividad a nivel global, como podremos apreciar cuando se levante la niebla. Es importante, por ello, reactivar en cuanto sea posible los sistemas de control de ayudas de Estado para recuperar las condiciones de competencia leal en los mercados europeo y global.

Este mayor gasto público asociado a las crisis pandémica y energética ha elevado los déficits públicos y, con ello, los niveles de deuda pública en algunos países a niveles insostenibles. En muchos, incluida la UE, han sido suspendidas temporalmente las reglas fiscales o activadas cláusulas de escape para ofrecer margen de actuación a los gobiernos, que deberían ser restablecidas en cuanto las condiciones lo permitan.[14] No podemos olvidar que un excesivo endeudamiento público, aparte de su efecto insolidario de cargar el ajuste sobre las siguientes generaciones, supone un gran lastre para la competitividad de las economías que lo padecen. Restaurar la competitividad perdida exige comprometerse y publicar estrategias de consolidación creíbles a medio plazo que sean supervisadas por autoridades fiscales independientes, como acaba de recordar una vez más a España el FMI.[15]

Conclusión

La pandemia y la guerra han acelerado algunas tendencias que ya estaban en marcha y originado otras nuevas cuyos efectos quizá sea pronto para apreciar claramente.[16] Se aprecia un mundo más polarizado, con mayor rivalidad y menos cooperativo, con instituciones debilitadas y difícilmente capaces de ofrecer soluciones multilaterales. También economías excesivamente intervenidas por los Estados y un mercado global más desequilibrado, inseguro y menos abierto por mayores restricciones a los flujos de comercio de bienes, servicios, capitales o personas.

Esta situación no implica necesariamente que hayamos iniciado el camino de la desglobalización, sino la evolución lógica de un proceso que se ajusta a nuevas circunstancias, una reglobalización. Así es el mercado global que tenemos que afrontar, que plantea como siempre desafíos sí, pero a la vez que grandes oportunidades. La forma de asegurar el éxito de nuestras empresas al abordarlo es la de siempre: perfeccionar un entorno de negocios que les permita desplegar su probada capacidad de competir, actuando sobre los diversos factores que afectan a la competitividad del modelo productivo: desde la protección de la democracia a través del refuerzo de la calidad institucional hasta el adecuado funcionamiento de los mercados de factores, con especial énfasis en el laboral, pasando por el sistema tributario, el educativo, el de pensiones o la reducción del gasto público ineficiente y, con ello, de la deuda pública. El plan Next Generation EU, no solo por los recursos que puede aportar para la modernización del modelo sino sobre todo por las reformas estructurales que exige a cambio, ofrece una oportunidad de oro que, por consideración precisamente con esa siguiente generación, no podemos permitirnos desaprovechar.


[1] https://www.imf.org/en/Publications/WEO/Issues/2022/10/11/world-economic-outlook-october-2022

[2] https://www.oecd.org/economic-outlook/november-2022#gdp

[3] https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/es/ip_22_6782

[4] https://www.bruegel.org/working-paper/deglobalisation-and-protectionism

[5] https://www.mckinsey.com/capabilities/strategy-and-corporate-finance/our-insights/global-flows-the-ties-that-bind-in-an-interconnected-world

[6] Carlos Mira, presidente de la Fundación CRE100DO en el evento anual del 24/11/22

[7] https://www.hinrichfoundation.com/research/article/sustainable/trust-and-security-in-global-trade/

[8] https://www.hinrichfoundation.com/research/wp/sustainable/challenging-trade-dependency-on-china/

[9] https://www.realinstitutoelcano.org/china-el-desacoplamiento-inevitable/

[10] The China dilemma: Multinational firms are finding it hard to let go of China. The Economist. 26/11/22

[11] https://www.hinrichfoundation.com/research/article/us-china/the-hidden-costs-of-friend-shoring/

[12] https://www.consilium.europa.eu/media/60201/2022-11-16-g20-declaration-data.pdf

[13] El paquete de ayudas a empresas y familias por 200.000 millones de euros anunciado por el gobierno alemán hace unas semanas es muestra de ello.

[14] https://www.imf.org/-/media/Files/Publications/covid19-special-notes/Spanish/spspecial-series-on-covid19fiscal-rules-escape-clauses-and-large-shocks.ashx

[15] https://www.imf.org/en/News/Articles/2022/11/22/mcs112322-spain-staff-concluding-statement-of-the-2022-article-iv-mission

[16] Algunas evidentes, como la positiva aceleración de la digitalización, muestran rasgos imprevistos como la caída de la capitalización y necesario reajuste de las grandes empresas tecnológicas.


Javier Asenjo es Country Head of Technology de Nike en Japón. Tiene más de 15 años de experiencia internacional llevando a cabo procesos de transformación en grandes compañías como Takeda, Novo Nordisk y Nike. Aparte, es inversor de varias startups.


En este artículo, vamos a intentar entender Japón primero desde un punto de vista histórico y geográfico, para seguir con un breve estudio de la cultural del trabajo en Japón, las oportunidades que se presentan y alguna reflexión sobre el futuro. Terminaré este artículo con alguna reseña personal de mi experiencia viviendo y trabajando en Japón.

Japón, cultura de trabajo, oportunidades y futuro

Japón es un país plenamente democrático cuya cabeza de estado, simbólica, es el emperador, que es servido por el primer ministro y su Gabinete. El poder del pueblo está representado, de forma similar a otros países, con 2 cámaras o entes, la cámara baja o de representantes y la cámara alta o de consejeros. Además, posee un sistema judicial de diferentes niveles, cuyo nivel superior es la corte Suprema de justicia, compuesto por 15 jueces principales y algunos subgrupos.

Japón cuenta con 125 millones de habitantes y formado por varias islas, siendo la principal, Honshu, donde se encuentran sus 3 motores principales de la economía, Tokio, Osaka y Nagoya. Dichas islas se encuentran en medio de fuerzas tectónicas que hacen a Japón un país especialmente proclive a sufrir terremotos de importancia, siendo el último conocido (por el impacto y coste en vidas y material) el que se dió en Tohoku (Honshu) y que se relaciona con el desastre de Fukushima.

Históricamente, Japón ha tenido diferentes roles dentro del mundo y del contexto asiático, especialmente en referencia a sus vecinos más cercanos, Korea y China. Si nos fijamos en los últimos 420 años, vemos un período que es conocido en el mundo por los samuráis, el período de Edo donde el Shogunato dirigía el país y los clanes que lo conformaban. Es un período claramente aislacionista de Japón y con un rol en el mundo limitado.

Al período de Edo le sigue el período de Meiji, que es considerado por muchos Japoneses el período de más éxito de su historia. Es un período que comienza oficialmente en 1868, aunque unos años antes el Comodoro Perry había iniciado, casi se podría decir, forzado, la apertura de fronteras y, por ende, comercio de Japón. Durante el período Meiji vemos un Japón que se moderniza a pasos acelerados, crece económicamente mucho y se posiciona como un actor de relevancia en el orden mundial.

El período Meiji termina alrededor de 1912 y, tras un corto período Tasho (estos períodos están unidos siempre a emperadores), vemos el comienzo del período Showa que es testigo de un Japón firme en su crecimiento económico, su influencia geopolítica, especialmente marcada en Asia y un país que, eventualmente, es parte activa en la segunda guerra mundial.

Tras el período Showa, que termina en 1989, hemos asistido al período Heisei y actualmente nos encontramos en el período Reiwa. Estos dos últimos ciclos han visto un Japón en paz, en un contexto de globalización marcada por la dominancia de EEUU, socio principal de Japón, y un crecimiento exponencial de un viejo conocido, vecino, China.

Dejando atrás el contexto histórico y volviendo a la economía, Japón, es actualmente la tercera economía mundial, tras EEUU y China, seguida de Alemania y Reino Unido. Es un país con un poderío económico muy relevante, con su propia moneda y que mantiene una esfera de influencia relevante a nivel mundial pero especialmente sentida en Asia.

Japón es un país con una población muy educada, en cuanto a que la mayoría recibe formación primaria, secundaria y en porcentajes importantes, terciaria, como lo demuestran los datos de la OECD.

Japón cuenta con una economía claramente terciaria, orientada a servicios y manufactura y es conocido especialmente en el mundo por sus conglomerados industriales (Mitsubishi, Hitachi, Softbank, Sony), industria del auto (Toyota, Honda, Nissan o Suzuki) componentes electrónicos (Panasonic, Canon, Toshiba), sus conglomerados comerciales (Itochu, Sumitomo) o , incluso, por sus videojuegos (Nintendo).

Finalmente, para terminar esta introducción a Japón, es relevante observar el crecimiento que el turismo, con casi un 300% en 10 años, como industria ha tenido en Japón en las últimas décadas como podemos observar en el cuadro inferior.

Cultura del trabajo

Continuando con nuestro pequeño estudio de Japón, y poniendo el foco ahora en la cultural del trabajo, vamos a explorar algunos conceptos importantes que se dan en el país. Es importante entender que dichos conceptos, si bien se ven en un contexto laboral, vienen claramente definidos por unas reglas sociales que comienzan pronto, en la escuela primaria.

El primer concepto que vamos a explorar es el de “Ganbaru”. Es la idea de hacer un esfuerzo, el que sea necesario, para obtener resultados. Es la idea de trabajar, trabajar y trabajar hasta que se obtenga lo que se había definido o acordado. Por ejemplo, en proyectos, si se acordó lanzar un producto para el día X, el equipo de trabajo no parará, incluido trabajar días, noches, fines de semana, hasta conseguirlo. Creo que la cultura del esfuerzo es, en general, universal o al menos prevalece en las economías modernas y, en mi opinión, lo que hace único el concepto en Japón es la intensidad con la que se aplica, la perseverancia y el orgullo que genera.

Unido al concepto de “Ganbaru” está la importancia que se la da a seguir a los procesos establecidos por la sociedad Japonesa. Se valora la paciencia y se espera que la gente acepte que un proceso durará, lo que tenga que durar y, al final, el resultado merecerá la pena. Un ejemplo famoso es el del equipo de filmación de una película de tintes históricos, que decidió poner, dentro de los cajones del decorado, objetos de la época a sabiendas de que no había ninguna escena en la que se abrirían los cajones.

Otro componente de la cultura del trabajo en Japón es la cultura del equipo. La sociedad Japonesa no valora, como quizá lo hacen las sociedades occidentales, el valor individual o a ese individuo que es el mejor en todo, que lidera, que sobresale. Al contrario, la sociedad valora que todos los individuos sean parte de un todo, de un conjunto, sin resaltar unos sobre otros. Es famoso dentro de Japón el refrán que dice “El clavo que sobresale se encontrará con el martillo”. 

Otra explicación para la importancia que en Japón se le da al equipo, no al individuo, es sencillamente el hecho de que en Japón, hace siglos, hacía falta una cultura de equipo en sociedad para la recolección del arroz, comida indispensable dada su muy difícil orografía. Si no tenías una buena relación con tus vecinos o si tu personalidad resaltaba sobre el resto, te exponías al riesgo de no tener ayuda a la hora de recolectar arroz o no compartirlo cuando vinieran malas épocas.

Avanzando, pues, en estos conceptos, creo que es bueno explorar el concepto de trabajar toda tu vida para la misma empresa. Es otro pilar en la cultura Japonesa, que está cambiando poco a poco con las nuevas generaciones, pero que tiene aún mucho peso. La idea es que, tras el esfuerzo que el estudiante (universitario) pone para entrar en la universidad tras aprobar unos exámenes de entrada muy competitivos, dicho estudiante intentará obtener un puesto de trabajo en una empresa relevante, conocida de la economía japonesa y será leal, como trabajador, a dicha empresa durante toda su vida laboral, pongamos 30 años.

Esta lealtad implica un mercado laboral con limitada movilidad, un mercado en el que el número de trabajadores que entran y salen de empresas buscando mejoras en su puesto o compensación, es muy limitado comparado con el resto de economías desarrolladas.

Si bien la lealtad laboral es un valor positivo, dicha lealtad puede también tener consecuencias negativas. Por ejemplo, es fácil entender el por qué la gran mayoría de los trabajadores evitarán ser parte de iniciativas de gran visibilidad, riesgo o transformación. Sencillamente, el riesgo de quedar marcado, si se fracasa (o incluso si se acierta) es muy alto y, para una persona que ve su carrera como un espacio de 30 años en la misma empresa, con las mismas personas, no merece la pena. Esto, claramente, tiene el riesgo de crear muy poca innovación interna generando muy pocos emprendedores dentro de las empresas.

Finalmente, para terminar este espacio de la cultura del trabajo en Japón, queremos hacer una nota sobre la “gran renuncia o dimisión” que se está dando en estos momentos en todo el mundo (2020-2022, período del covid). Dicho movimiento de trabajadores que están utilizando la situación actual para mejorar sus condiciones, obtener más flexibilidad en sus contratos, etc, apenas ha tenido repercusión en Japón. El Japón corporativo no ha visto grandes números de personas cambiando de trabajo durante este período y, quizá, los conceptos mencionados anteriormente pueden explicar parte el por qué.


Para concluir estos apartados, proponemos el siguiente cuadro en el que se muestran bien los conceptos asociados a la cultura Japonesa descritos anteriormente.

Oportunidades de futuro que presenta la economía Japonesa

Japón se encuentra en una encrucijada ante su futuro. Por un lado, sigue siendo una potencia mundial a nivel financiero, con un PIB elevado, una población muy bien formada y dedicada en su mayor parte al sector terciario. Además, Japón no ha entrado en conflictos bélicos directos desde 1945 y goza de una democracia plena. En principio, usando referencias históricas, Japón tiene todos los ingredientes para ser una sociedad próspera y en crecimiento.

Y, sin embargo, nos encontramos ante una sociedad que envejece a pasos agigantados con las generaciones más jóvenes optando en porcentajes importantes por no tener familia. Nos encontramos ante una sociedad en la que dichas generaciones tienden a ver Japón con tintes pesimistas ante su futuro, su crecimiento y su posición, como potencia, en el mundo.

Vemos en Japón una sociedad que necesita, de forma vital, modernizar sus servicios, hacer un uso masivo de nuevas tecnologías para mantener los estándares de vida actuales de su población, que poco a poco, envejece. En general, vemos en la gran mayoría de corporaciones Japonesas iniciativas importantes, de gran tamaño y presupuestos, cuyo objetivo es la transformación digital de sus negocios, de forma interna así como externa. Empresas e ideas que traigan o desarrollen dichas tecnologías o transformaciones tienen cabida y son bienvenidas en Japón, así como profesionales del sector. En este sentido, es remarcable un estudio reciente donde se concluye la necesidad de cuadruplicar el número de trabajadores no Japoneses en Japón de aquí hasta 2040.

Las corporaciones importantes Japonesas también están viviendo un proceso de internacionalización, por el que valoran el talento internacional, pues éste trae diferentes puntos de vista, experiencias y, capacidad de acceso a mercados internacionales. Vemos una paulatina apertura y aceptación de profesionales que no hablan Japonés en grandes corporaciones y creemos que esto será positivo.

Vemos también en Japón un claro interés por desarrollar sus fuentes energéticas y crecer en ese sector. Se ha visto un crecimiento muy importante en las 2 décadas previas en el uso y desarrollo de fuentes energéticas, especialmente no renovables y hay varias empresas Españolas que han utilizado esta ola energética para entrar y establecerse en el país.

Experiencia personal

Para cerrar este pequeño estudio de Japón, nos gustaría compartir alguna experiencia y aprendizaje personal en los años que hemos vivido y trabajado en el país.

He tenido la suerte de trabajar, según escribo estas líneas, 5 años de mi vida en Japón, en 2 fases. La primera trabajé para una empresa Japonesa global que estaba en medio de su globalización y transformación digital. Mi rol fue el de gestor de Programas y, eventualmente, gerente de Tecnología y Digital. Actualmente, en mi segunda fase en Japón, trabajo en una empresa norteamericana cuya presencia en Japón se extiende por más de 40 años y con unas ventas anuales en Japón de varios billones de dólares. Mi rol es gerente de Tecnología y Digital para Japón.

Lo primero que aprendí tras mi llegada a Japón fue cómo de relevante es el establecer conexiones personales antes de intentar afrontar los retos profesionales con colegas. Viniendo como venía de trabajar en Suiza y en EEUU anteriormente, donde se valora la eficiencia y el foco es el trabajo, entendí a las semanas de llegar que antes de hablar de trabajo, lo importante es establecer conexiones personales con los colegas. Dichas conexiones se establecen fuera del trabajo, habitualmente en cenas y similares.

Lo segundo que recalcaría de mi experiencia en Japón es el valor y el respeto que se le da al silencio. Siendo Español, me fue difícil adaptarme a una cultura laboral o incluso personal en la que durante una conversación entre 2 ó más personas, es perfectamente adecuado y confortable estar en silencio unos segundos mientras la gente piensa qué decir, valoran los pros, los cons, etc. En culturas occidentales, dichos silencios no se dan. Aprender a respetar esos silencios me aportó valor.

También me gustaría compartir otro aprendizaje en mi estancia en Japón, que es, la importancia de construir consensos, no de forma pública en reuniones con varias personas a la vez, sino la necesidad imperiosa de construir esos consensos a través de conversaciones en “petit comité”. La cultura de Japón, como hemos visto arriba, es muy inclusiva, intenta incorporar al grupo dentro del resultado final, no el individuo. De esa manera, para obtener apoyos en grandes grupos, es necesario trabajar la idea en grupos individuales o pequeños, creando pequeños consensos que, poco a poco, juntos, se convierte en un gran consenso. Esto requiere tiempo y, a los ojos de un occidental, puede parecer lento pero, en mi experiencia, merece la pena pues el consenso creado es más sólido, aguantará más las diferentes presiones a las que se enfrente.

Con esta última idea, que en Japón se llama “nemawashi”, concluyo este pequeño artículo sobre Japón y mi experiencia. Espero que a los lectores del mismo les haya sido interesante y de ayuda.



Las empresas españolas tienen una gran tarea pendiente, que cada año les cuesta dinero y pérdida de talento, a la hora de acoger a las nuevas incorporaciones. La falta, o mala ejecución, de planes de onboarding (incorporación) hace que los empleados recién llegados pasen por situaciones de estrés o tengan sensación de abandono y soledad, que finalmente desembocan en la decisión de marcharse. No en vano, un estudio publicado por Harvard Business Review asegura que, en Estados Unidos, casi el 33% de las nuevas contrataciones busca un nuevo empleo durante los seis primeros meses.

En España, el 75% de los profesionales tiene un mal recuerdo de su fase de incorporación a sus compañías, según una encuesta realizada a 1.200 directivos por Headway en 2018. Una cifra que sorprendió en la firma de selección de personal, como asegura su socio director, Víctor Carulla. “Es algo inconcebible. Como mucho, esperábamos que fuera un 40%, que ya es una barbaridad”. Números muy similares de descontento manejan Eva Puigjaner, consultora sénior de Montaner, y Esther González, profesora de EAE Business School.

“Si no se hace un proceso de incorporación bueno, se puede perder el 80% de las nuevas incorporaciones, lo que significa mucho dinero. El coste de reponer a una persona que se va, en el caso de un empleado, puede llegar a ser su salario bruto anual. Y hasta cuatro veces su salario si se habla de directivos o mandos intermedios”, asegura González. Por su parte, Puigjaner cifra en un 26% del salario bruto al año lo que cuesta incorporar a un trabajador hasta que no rinde al 100%.

Los tres expertos consultados coinciden también en que a menudo se confunde el proceso de onboarding con dar unas charlas el primer día a la persona que se incorpora. “Hay que diferenciar entre plan de acogida y onboarding. En el primero lo que se hace es formar al empleado, sobre todo, en el conocimiento de la empresa y el negocio. Suele ser de muy corta duración y es reactivo. Al contrario del onboarding, que lo que hace es fidelizar el talento, ayudar a ese empleado a adaptarse e integrarse en el menor tiempo posible a su puesto y su empresa. Es proactivo, mucho más extenso y lo que cuida es a la persona”, asegura Puigjaner, antes de explica que Montaner tiene un proceso propio de incorporación para los perfiles que selecciona para sus clientes, que comienza ya durante la fase de entrevistas y se alarga, con diferentes sesiones de coaching, entre un mes y medio y dos tras la firma del contrato.

En opinión de la profesora del EAE Business School, el proceso de onboarding sirve para que la persona que llega nueva se inserte en la cultura de la empresa, se sienta parte del equipo, integrado. “Es una parte más emocional que es muy importante. Si no se desarrolla un vínculo, si es un búscate la vida como puedas y nadie se preocupa mínimamente por ti, es muy probable que te largues de ahí en cuanto puedas”, asegura. Para combatir esa sensación de abandono o soledad, a la que hacían referencia también los encuestados por Headway, González destaca la figura del mentor. Una persona de referencia a la que el recién llegado pueda acudir para preguntar todas las dudas que le asalten. Y que le cuente también esa información sobre la empresa que no se enseña en los cursos de formación. “Desde qué es mejor no decir o preguntar, hasta si la costumbre es salir a comer fuera, pasando por la manera en la que se viste”, aclara.

Víctor Carrulla, por su parte, pone de relevancia, basándose en el estudio de su firma, la poca implicación de los jefes con el recién llegado. “Casi todos los encuestados echaban de menos un buen seguimiento por parte de su superior. Recursos humanos tiene el rol y la responsabilidad de instaurar las políticas y dar las herramientas, pero al final es el jefe directo el responsable de que esa persona se sienta bien. Eso no ocurre porque todos vamos corriendo, no tememos tiempo. Piensan ‘ya está contratado, que empiece ya a trabajar’. Se pretende que comience a correr antes de tocar el suelo”, afirma. Los resultados del estudio llevaron a Headway a desarrollar una herramienta de monitorización de onboarding para los candidatos que ellos habían incorporado a sus clientes. Una plataforma que cada vez contratan más empresas y ya la ofrecen en seis idiomas.

Uno de los principales escollos que Carulla considera que existe a la hora de poner en marcha un buen proceso de incorporación es que los directivos de las compañías piensan que es algo que dura un día, cuando en realidad su duración es de un año. “No en todas las organizaciones el departamento de recursos humanos está presente en el comité de dirección, por lo tanto, sus presupuestos son muy ajustados. Muchos aún, aunque cambien los nombres y quieran parecer modernos, siguen teniendo un presupuesto mayoritario de cara a administración de personal, pero no tanto a selección, desarrollo u otras políticas que ayudarían muchísimo. Cuesta mucho convencer a ciertos perfiles directivos que es importante”, asegura. “No supone una inversión brutal, supone más pensar, y marca una diferencia muy importante. Si no se lo toman en serio, la realidad es que la gente buena se va. Todo lo que inviertas en onboarding es retorno de inversión clarísimo”, añade Esther González, que afirma que cada vez más empresas “se lo están tomando en serio”.


José Diego Manzanera es fundador y CEO de Gulf Business Consulting & Strategies, una consultora estratégica especializada en Oriente Medio. Lleva más de 15 viviendo en países del GCC (Consejo de Cooperación del Golfo), donde asesora a gobiernos, instituciones, empresas y emprendedores de diferentes países sobre cómo acceder al mercado árabe.


Emiratos Árabes Unidos, un pequeño país con apenas cincuenta años de existencia y con una población de menos de 10 millones de habitantes asentados sobre un territorio desértico del Golfo Pérsico, ha conseguido gracias a una visión a largo plazo, una estrategia bien definida a la vez que rigurosamente implementada y una ambición sin precedentes por parte de los Líderes y Autoridades, convertirse en uno de los países más modernos, innovadores y tecnológicamente avanzados del mundo.

Algunas de las tecnologías que forman parte de los planes “futuros” de muchos países o que están en su fase de implementación tales como el blockchain, el metaverso, el uso de las criptomonedas, la inteligencia artificial, los vehículos autónomos, la realidad virtual o el desarrollo de ciudades inteligentes, son ya una realidad en Emiratos Árabes Unidos.

Con respecto a nuestros lazos comerciales con el país, EAU es el segundo destino de las exportaciones españolas en el Golfo Pérsico después de Arabia Saudí, y estas siguen creciendo de manera sustancial. En 2021 nuestras exportaciones de bienes ascendieron a 1.711 M€ frente a 1.509 M€ en 2020, lo que supone un incremento un 18% respecto a las exportaciones del año pasado. 

El liderazgo en cuanto a iniciativas e inversión proviene en su mayoría del sector público, que además motiva e incentiva al sector privado para que aporte las mejores ideas, las soluciones más disruptivas y las innovaciones tecnológicas más avanzadas con el fin de posicionar el país a la cabeza mundial del progreso. Algunas de esas iniciativas gubernamentales son la Abu Dhabi Economic Vision 2030, Dubai Industrial Strategy 2030, UAE Strategy for the future, una hoja de ruta integral que llevará a la nación a la próxima era de desarrollo y la recién anunciada Metaverse Strategy en Dubái que prevé crear 40.000 empleos virtuales y generar 4 mil millones de dólares o el National Food Security Strategy 2051, entre otros muchos planes.

La estrategia aperturista del país, su seguridad física y jurídica, su situación geográfica (entre Oriente y Occidente) y sus modernas infraestructuras, entre otros muchos atractivos, han atraído a profesionales e inversores de todo el mundo a establecerse en EAU, principalmente en Dubái, la ciudad económica y en Abu Dhabi, la capital del país. Cabe resaltar que probablemente sea el único país del mundo donde conviven pacíficamente más de 200 nacionalidades.

Mas allá de que probablemente los Emiratos estén atravesando una buena etapa económica debido a varios factores, algunos de ellos externos, no debemos olvidar también señalar que este mercado es extremadamente competitivo y que los tiempos a la hora de hacer negocios no se miden igual que en Occidente.

Algunos de los consejos prácticos que me gustaría aportar a todos aquellos que quieran incurrir en este mercado, serían los siguientes:

Algunos datos para tener en cuenta:

– Emiratos Árabes Unidos declaró su independencia del Reino Unido el 2 de Diciembre de 1971.
– El Islam es la religión oficial. El árabe es el idioma oficial, aunque el inglés es ampliamente hablado.
– Emiratos Árabes Unidos posee la quinta mayor reserva de petróleo del mundo. El 90% de las reservas del país se encuentran en el Emirato de Abu Dhabi, mientras que, en Dubái, una economía más dinámica y muy diversificada, el petróleo apenas supone el 1% del PIB.
– La población de Emiratos Árabes Unidos alcanza los 9,8 millones de habitantes, de los cuales casi el 90% son expatriados.
– El PIB del país se espera que alcance los 425 billones de dólares para finales del 2022, mientras que su renta per cápita se sitúa entre las 15 más altas del mundo.
– La moneda utilizada es el Dirham (AED) que mantiene un cambio fijo con el dólar americano: 1 USD– 3.67 AED.
– Algunos de sus principales Socios Comerciales son: China, India, EE.UU, Arabia Saudí, Alemania, Japón, Reino Unido y Suiza.
– Principales productos de exportación: Petróleo, gas natural, aluminio, perlas, piedras y metales preciosos, hierro y plásticos.
– Principales productos de importación: productos manufacturados, maquinaria, productos de alimentación, perfumería, cosmética, textil, equipos de transporte, maquinaria y medicamentos, principalmente.
– No existe control de divisas, impuestos o barreras comerciales; permitiendo la repatriación total de beneficios y capital.

Emiratos Árabes Unidos, tiene entre muchas de sus ventajas, la de ser un país muy hospitalario, donde todo el mundo es bienvenido y donde nadie se siente extranjero porque casi todos lo somos, es una tierra fértil, con verdaderas oportunidades que rara vez se dan en otros países del mundo y la puerta de entrada para poder realizar negocios en el resto de los países de Oriente Medio, desde un entorno seguro, cosmopolita, moderno y muy occidentalizado.